Me estoy imaginando la escena. Voy conduciendo mi coche con mi mujer al lado, disfrutando del paisaje. El cielo está gris. Al fondo se ven unos picos nevados. El viaje transcurre plácidamente, cuando de repente, una corriente helada sacude mi columna vertebral. Mi mujer acompaña el escalofrío con un grito de terror. «¿A dónde vamos?» – inquiere. «Frena, frena, para de una vez» – repite a voz en grito.
Supongo que no somos los únicos que nos sumimos en un ataque de nervios al encontrarnos con este puente singular. Está en Noruega. Se llama Storseisundet, y une la península de Romsdal con la isla de Averøya, en el condado de Møre og Romsdal. Lo que se ve en la fotografía no refleja la realidad. Al llegar a la parte superior de la cuesta que veis, se descubre lo que hay tras la cima, el puente, el nexo de unión entre la península y la isla.
Descubrí la fotografía, acompañada de una pequeña reseña, en Neatorama. El artículo original está en Kuriositas, en él podrás encontrar más fotografías del puente que no lleva a ninguna parte.