El corazón de las estrellas y de algunos planetas de gas de gran tamaño alcanzan temperaturas de 3,6 millones de grados Fahrenheit, o lo que es lo mismo, 2 millones de grados Celsius o centígrados. Es una temperatura superior a la alcanzada en la corona de nuestro astro, del Sol. Ahora, merced a la acción de un haz de rayos láser X, se ha conseguido alcanzar esta temperatura al hacerlo incidir sobre una muestra de aluminio, un trozo muy fino de papel constituido por dicho metal.
Un grupo de científicos ha realizado la experiencia en el SLAC National Accelerator Laboratory. El resultado del bombardeo originó un material denominado materia densa y caliente, perteneciente al grupo de los materiales que alcanzan las temperaturas más elevadas dentro del Universo. El poder disponer de una muestra de este producto en el laboratorio servirá para recabar información sobre el mismo. Los resultados servirán a los científicos para crear modelos basados en su comportamiento.
Fuente | Wired Science