La pérdida progresiva de las funciones cognitivas es un síntoma que sirve para descubrir que la enfermedad de Alzheimer está acechando. La memoria, la utilización del lenguaje, la atención, la planificación de conocidas y nuevas acciones, o la posibilidad de utilizar con soltura la capacidad visual son algunas de estas funciones.
Y no son las únicas funciones reguladas por el cerebro. Las emociones y la conducta marcan una nueva forma de ser. El ánimo pierde intensidad y lo mismo ocurre en todo lo que trae consigo el interés sobre nuevas acciones. La realidad se desdibuja y el sueño ya no actúa como debe.
Sobre el Alzheimer
El número de personas afectadas por Alzheimer a nivel mundial es relativamente alto. Está creciendo con el paso de los años, sobre todo debido a que cada vez vivimos más años, lo que trae consigo el padecer esta enfermedad degenerativa. Así, por ejemplo, en Estados Unidos alrededor de 5,8 millones de personas de más de 65 años padecen la enfermedad de Alzheimer. A nivel mundial el número ronda entre los treinta y treinta y cinco millones.
El primer aspecto que marca el inicio de esta enfermedad está relacionado con la pérdida de la capacidad para memorizar cosas nuevas, lo que va surgiendo cada día ya no se recuerda al cabo de 24 o 48 horas. Se trata de la pérdida de la memoria episódica. Aunque a la persona que está sufriendo esta pérdida se le muestren pistas para avivar estos recuerdos no es capaz de hacerlo.
A tener en cuenta
Si visitamos con calma el sitio web Know Alzheimer, podremos encontrar una relación de los síntomas que se muestran a los ojos de los demás cuando una persona está entrando a formar parte de las afectadas por esta enfermedad. En la lista destacamos las siguientes:
- La apatía marca el devenir.
- Incapacidad para dibujar y realizar copias de determinados objetos.
- No saber como se denominan los objetos que nos rodean.
- No es posible delimitar distintos estados de ánimo.
- La desorientación prevalece sobre otros aspectos que conforman las formas de vida.
- Existe una incapacidad para regular el funcionamiento de determinadas funciones básicas. Así, por ejemplo, existen problemas a la hora del movimiento y de la regulación de determinados órganos internos.
Cómo detectar el inicio de Alzheimer
Si queremos saber si estamos en los primeros pasos en la adquisición de la enfermedad, debemos fijar nuestra atención en los síntomas que mostramos a continuación:
- Notamos cambios en nuestra memoria, en los procesos memorísticos habituales.
- Tenemos dificultades para llevar a buen fin determinadas cuestiones, algo que no ocurría anteriormente.
- La realización de tareas habituales nos cuesta mucho trabajo.
- No somos capaces de saber en donde nos encontramos y el momento que estamos viviendo.
- No podemos encontrar la relación entre determinados objetos.
- Tenemos problemas con el lenguaje oral y escrito.
- Colocamos objetos fuera de su lugar habitual y posteriormente no somos capaces de encontrarlos.
- No disponemos de lo necesario para tomar decisiones.
- Sufrimos frecuentes cambios en el humor y en nuestras formas de actuar
Conclusión
Si nos encontramos en las situaciones apuntadas, la mejor decisión que debemos tomar es acudir a un especialista, a un neurólogo, con el fin de que compruebe si estamos iniciando el proceso de padecimiento de la enfermedad y, en el caso de que sea así, nos fije una serie de pautas con el fin de evitar un mayor deterioro cognitivo.
