Hace ya bastante tiempo asistí a una conferencia para padres en el CEIP Luis Pimentel de Lugo, impartida por un pediatra, en la que nos habló, entre otras cuestiones, del grave problema que hay en los hogares españoles con la obesidad infantil y juvenil.
Cuando llegué a casa, me puse a investigar sobre el tema, y descubrí un pequeño tratado, que vuelvo a traer a escena, en el que se nos muestra, en sólo veinticuatro páginas, una interesante información sobre algunos de los mitos que, en torno a la alimentación, corren de boca en boca, marcando pautas de comportamiento erróneas a la hora de comer.
Este pequeño tratado nos ayudará a romper con esas creencias falsas que perjudican nuestra salud. Hoy me he decidido a traerlo de nuevo a portada.
Falsos Mitos sobre la Alimentación
Así comienza, en su Introducción, la guía Falsos Mitos sobre la Alimentación, elaborada por la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU):
La palabra mito se relaciona con cuentos, fábulas, personas o cosas a las que se asocian características y cualidades que no poseen. Estos mitos son verdades para los que creen en ellos, pero en realidad carecen de fundamento.
En relación a los mitos alimentarios, podemos decir que nos alimentamos de ellos desde que somos pequeños a través de las personas que nos rodean (familia, amigos, vecinos, compañeros). Muchas veces tienen origen en publicaciones en distintos medios (revistas, TV). Todos comentan sobre qué alimentos nos convienen o perjudican, las nuevas dietas, etc. Estos mitos alimentarios no solo tienden a confundirnos sino que pueden influir en nuestros hábitos alimentarios e incluso perjudicarnos.
Para evitar esto, consideramos que es imprescindible informar a los consumidores sobre la falsedad de estos mitos, destacando en esta guía algunos de los mitos más extendidos.
Algunos de esos Mitos
En la guía se habla de mitos tan extendidos como El pan engorda, La fruta como postre engorda, Beber agua durante las comidas engorda, Lo light adelgaza, Los conservantes de latas y botes son cancerígenos, o Saltarse una comida adelgaza, entre algunos más. Es recomendable leer con detenimiento esta guía para ordenar nuestra mente y comer con sentido, sin dejarnos llevar por lo que nos cuentan y que, en la mayoría de las ocasiones, no tiene ninguna base científica.
