No es la primera vez que hablamos del tema. En La salud mental y nerviosa se ven favorecidas con el ejercicio físico exponemos lo que dijo la Università degli Studi di Milano, en Italia. Hay muchas enfermedades, que pueden desembocar en muertes, producidas por la falta de actividad física.
No podemos llevar una vida sedentaria, estar sentados todo el día viendo la televisión o manejando el ordenador, sobre todo cuando llegamos a una determinada edad.
En el año 2019 se publicó un estudio en thebmj en el que se exponían los datos de varias investigaciones realizadas durante periodos de hasta seis años con más de 35.000 personas de más de 40 años. El fin de este trabajo de investigación era averiguar la actividad física que desarrollaban estas personas.
Cómo se hizo el estudio
Para realizar el estudio se utilizaron acelerómetros, con el fin de evitar que los participantes expusiesen, de manera subjetiva, sus tiempos y modos de actividad diaria.
Cerca de un seis por ciento de los participantes fallecieron durante el tiempo que duró la investigación. Se analizó, durante el tiempo que duró el estudio, la influencia que la actividad física tiene sobre la salud.
La importancia de la actividad física
Se dedujo que la ausencia de actividad física presenta una gran incidencia a la hora del riesgo de muerte. Los resultados fueron más precisos que los de otros estudios, en los que solamente se tenía en cuenta lo que contaban los participantes sobre su actividad física diaria.
Está claro que, sea cual sea la actividad física realizada día a día, cuanto mayor sea la intensidad de la misma los beneficios son mayores, evitándose contraer determinadas enfermedades que conducen a una muerte temprana.
Realizando una actividad física de seis horas diarias de muy baja intensidad, una actividad moderada de cinco horas, una hora y media para una actividad moderadamente alta, o media hora de ejercicio físico de alta intensidad, se consiguen unos resultados que son ideales para disminuir el riesgo de muerte.
Nunca se deben pasar más de nueve horas y media sin levantarse del asiento. Si hay que permanecer esas horas por culpa del trabajo, se deberán buscar otras horas de actividad, aunque sólo sea andar. Si no disponemos de tiempo suficiente, es conveniente dar unos cuantos pasos por el pasillo de nuestra casa.
Conclusión
Sea cual sea nuestra edad no está de más andar un mínimo de media hora por la mañana y otra media hora por la tarde cada día. Ello contribuirá, como podemos deducir, a que nuestra salud sea mejor y a evitar una muerte prematura.
