El smartphone, es el dispositivo más utilizado para conectarse a Internet (85%) en España, de acuerdo con un estudio realizado por AIMC (Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación). Después le siguen el ordenador portátil, con un uso del 76%, y el ordenador de sobremesa, con un 69%. El consumo de Internet por motivos personales asciende ya a 231 minutos al día de media. Entre los hábitos de uso más destacables están la consulta del correo electrónico y el uso de buscadores. Asimismo, las redes sociales, los videojuegos online, la consulta de noticias (especialmente las de ámbito generalista y las deportivas) y de la previsión meteorológica están entre las tareas más extendidas en el teléfono móvil.
Desde el año 2009 la utilización extendida del teléfono móvil como principal dispositivo ha aumentado progresivamente. En dicho año, solo un 0,7% del tráfico en la red procedía de teléfonos, mientras que actualmente esta cifra alcanza casi el 40%. De hecho, en nuestro país el 87% de todos los teléfonos móviles son smartphones, lo que lleva a España a ser la primera de la lista a nivel europeo. Este incremento se debe, en gran medida, a la proliferación de tarifas móviles cada vez más asequibles para los usuarios. Además, las redes de fibra óptica despegaron fuertemente durante el pasado año (17,7 puntos porcentuales). Por su parte, la red de alta velocidad, también conocida como 4G, comenzó a utilizarse en España hace más de 4 años (desde 2013), ofreciendo hasta 150 Mbps de bajada y 50 Mbps de subida. Estos datos sitúan a nuestro país en el puesto 22 de un total de 100 en cuanto a la velocidad de las redes móviles 4G.
Las tarifas que incluyen este tipo de conexión son cada vez más asequibles debido a su posibilidad de personalización. Es es decir, dependiendo de la compañía telefónica, cada cliente puede elegir el número de Gigas que desea contratar y el número de minutos de llamadas de voz que querría usar durante el mes. Algunas incluso permiten que todos los megas de la tarifa de datos que no se usen durante un mes pueden ser acumulados para el siguiente. Otra de las ventajas de las tarifas que cuentan con 4G es que si se alcanza el máximo de gigas contratados no se corta el servicio, sino que simplemente se aplica una bajada de velocidad. Además, algunas operadoras permiten añadir, por ejemplo, 200 Mb. En caso de que estos sean suficientes y no se terminen de gastar, se continúan guardando para el siguiente mes.
Otro de los beneficios que muchos clientes suelen buscar a la hora de contratar los servicios de un operador de telefonía es no tener como obligación el firmar una permanencia fija con la compañía. Es decir, tener una ‘relación sin ataduras’. Cabe destacar que las compañías que ofrecen estos servicios no suelen ser las más conocidas, pero no por ello tienen menos cobertura, sino todo lo contrario, ya que las empresas más pequeñas comparten la cobertura y la velocidad de las más grandes.