Creo que no es necesario decirlo. Me refiero a lo que muestro en el título de este artículo: ayunar varias horas cada día es muy saludable. Todos sabemos los riesgos que entraña el comer en demasía, sobre todo cuando los alimentos contienen altos contenidos en grasas. Aunque también, no podemos ignorarlo, el no comer puede producir males.
El abuso es siempre malo, sea en lo que sea. Pero el comer más de lo necesario no solo se refleja en la adquisición excesiva de peso, sino también en la pérdida de salud.
La propuesta
Según una reciente investigación, publicada en The New England Journal of Medicine, el ayuno diario no solo contribuye a la pérdida de peso sino que también ayuda a vivir más años.
Hasta ahora se ha promocionado, y se sigue promocionando, el ayuno intermitente. Un día se come lo habitual y otro se come menos. También se da el caso de tomar solo unos tipos determinados de alimentos, los que recomienda el dietista.
Se ha comprobado que, en muchas casos, estas dietas no tienen valor a largo plazo. (Aunque también las hay que sí funcionan). Tal vez por ello, los que desarrollaron el estudio del que hablo, apuntaron que lo mejor es ayunar durante 18 horas la día y alimentarse solo durante las 8 horas restantes.
¿Qué sentido tiene este sistema? El autor del estudio, Mark Mattson, de la Universidad Johns Hopkins, apunta que lo mejor es ayunar diariamente tomando solo un determinado tipo de alimentos, o ayunar durante un período de tiempo todos los días durante unas horas determinadas. Ello trae consigo que el cuerpo metabolice las grasas en vez de almacenarlas en el cuerpo. Además de conducir a la pérdida de peso, también produce mejoras en la salud celular, lo que trae consigo beneficios adicionales.
A tener en cuenta
Hay muchos pueblos o culturas que viven más años que el resto de la humanidad. Ello se debe a que realizan un bajo consumo de calorías, debido a que su alimentación es comedida, sin abusos.
Los que ayunan de manera habitual conocen los beneficios de su decisión. Lo que tendrían que probar es el nuevo sistema que, obviamente, aún está en pañales. El pasar, de las 24 horas del día, dieciocho sin comer, tendrá sus consecuencias.
Habrá beneficios y también, está claro, la producción de algún que otro trastorno en los que se apunten al sistema. Lo mejor es esperar, permanecer a la expectativa, y ver lo que traen consigo las investigaciones promovidas.