Llegan al buzón y silenciosamente se adueñan de las repisas, mesas y cajones de nuestras casas. Claro está que siempre hay quien se organiza y ordena las facturas en papel muy bien, pero aun así se corre el riesgo de sufrir un extravío o de que alguna comunicación se pierda por el camino. Por ello, empresas de larga trayectoria profesional, como Remica Servicios Energéticos, han comenzado a animar a sus clientes a darse de baja de las tradicionales facturas en papel, para que las reciban cómodamente en sus dispositivos electrónicos.
“El cambio quizá cuesta un poco al principio, pero la mayoría de usuarios que deciden solicitar la factura electrónica afirman sentirse muy contentos con el cambio”, explican desde esta compañía. Para fomentar esta transición, sostienen que lo mejor es ponérselo lo más fácil posible a los clientes. Por ello, para aquellos usuarios que aún reciban la factura en papel y quieran darse de baja Remica pone a su disposición una única dirección de correo electrónico (efactura@remica.es) en la cual pueden solicitar el cambio.
Las ventajas de darse de baja de la factura en papel son múltiples:
Es cien por cien legal
Según explica el Ministerio de Energía a través de su portal Facturae, “una factura electrónica es, ante todo, una factura. Tiene los mismos efectos legales que una factura en papel”, es decir, su función es servir de justificante de la entrega de bienes o la prestación de servicios.
Debido a la larga tradición de considerar que los documentos escritos en papel “tienen más validez” que otros formatos, algunas personas se muestran reticentes a dar el salto a la factura electrónica. Sin embargo, es importante tener claro que la factura electrónica tiene la misma validez al ser una alternativa legal a la factura tradicional en papel.
De hecho, las facturas, en general, y las facturas electrónicas, en particular, están reguladas por el Real Decreto 1619/2012.
¡Se acabaron las facturas extraviadas!
Las facturas electrónicas se pueden archivar con tan solo un clic de ratón. Si se guardan en un disco duro virtual, área de cliente, etc. el usuario puede acceder a ellas en cualquier momento del día, desde cualquier equipo con conexión a Internet.
Otra gran ventaja es que supone una mejora en el servicio de atención al cliente ya que todo el proceso es automático –desde que se emite la factura electrónica hasta que llega a su destinatario–, por lo que no existe margen para los errores humanos.
Es más ecológico
Al darse de baja de la factura en papel y solicitar la factura electrónica, se elimina un gran volumen de consumo de papel. De hecho, se calcula que cada año se emiten en el mundo 42.000 millones de facturas, para lo cual es necesario talar miles de árboles. Algo que no beneficia en nada al planeta, que cada vez acusa más los efectos del cambio climático y donde es más necesario que nunca poder conservar árboles que cumplan con su función de neutralizar las emisiones de gases contaminantes que se emiten a la atmósfera.
También es bueno para la economía
Digitalizar las facturas no solo tiene beneficios para los usuarios, también es conveniente para agilizar los procesos de facturación en las empresas y administraciones públicas. De ese modo, se contribuye a modernizar la economía y a que se desarrolle la llamada Sociedad de la Información.
Para una pyme, por ejemplo, puede suponer además un importante incentivo económico ya que automatizar el proceso facturación supone un gran ahorro en gastos de impresión y envíos postales.
Claro que para que la facturación electrónica sea un éxito, se necesita la implicación de todos: usuarios, empresas y Administraciones Públicas. De hecho, estas ya han tomado la delantera y desde el 15 de enero de 2015, en España es obligatorio emitir facturas electrónicas en aquellas relaciones comerciales con la Administración Pública, tal y como establece la Ley 25/2013, de 27 de diciembre, de impulso de la factura electrónica y de creación del registro contable de facturas en el Sector Público.
Sin embargo, varias Administraciones Públicas, y entre ellas la Administración General del Estado, han hecho uso de la potestad de exonerar de esta obligación a las facturas de hasta 5.000 euros.
¡Siempre puedes imprimir la factura para archivarlas en papel!
Aunque lo recomendable es prescindir del papel todo lo posible, recibir la factura electrónica ofrece la posibilidad de imprimir tantas copias en papel como sea necesario. “Además, no se trata de un proceso irreversible”, explican desde Remica. “Si en algún momento un usuario decidiera volver a solicitar la factura en papel lo puede hacer contactando con nosotros”.
Cordia saludo. Me parece que la idea es bastante ecológica, vivo en Colombia y los Bancos, empresas de telefonia e internet me han pedido que reciba la factura en medio electrónico. Yo les he preguntado cuals es le beneficio que yo recibiría; me dijeron que ayudar al medio ambiente. Les replico indicando que si me harían algún descuento en la factura y me dicen que No.
Les comento que el asunto es más para reducir los gastos de estas empresas en papelería, logística, personal entregando las facturas y los clientes no recibimos nada a cambio, solo la sensación de ayudar al ambiente.
Siempre exijo mi factura en papel, pago los servicios públicos (que no impliquen andar la calle con mucho dinero) en el Banco. Y para que hago eso ? Para que se mantengan puestos de trabajo: tipografia, industria del papel, transporte, mensajería, cajeros, etc.
No nos dejemos engañar con falsos mensajes.