En ciertos aspectos la calidad de un servicio no radica en la velocidad con que se hace sino en otros parámetros, pero cuando hablamos de ordenadores (computadores) su éxito se basa en su velocidad de proceso, cuanto más rápido mejor. Hasta ahora Estados Unidos tenía la supercomputadora más rápida del mundo, pero ha tenido que cederle el puesto a China. El Tianhe-1A se ha dado a conocer en una conferencia de equipos de alto rendimiento.
Tianhe, o lo que es lo mismo Vía Láctea, fue diseñado por la Universidad Nacional de Tecnología de la Defensa (NUDT) en China. Supera en velocidad operacional al supercomputador estadounidense Cray XT5 Jaguar, el más veloz hasta ahora.
Doscientos científicos han estado trabajando durante dos años en el proyecto. Se han invertido 88 millones de dólares y se ha conseguido una velocidad de proceso de 2.507 petaflops. (Un flop, Floating point Operations Per Second, se corresponde con el número de operaciones de punto flotante por segundo. Un petaflop es diez elevado a la quinta flops). Cuando Tianhe trabaja relajada lo hace a 563,1 teraflops (un tera flop es diez elevado a la doce flops).
La máquina pesa 155 toneladas, con 103 compartimentos que ocupan una superficie total de 1.000 metros cuadrados. Se utilizará para procesar datos sísmicos relacionados con la exploración petrolífera, para la computación bio-médica y para contribuir al diseño de vehículos aeroespaciales.
¿Cómo se alimenta un monstruo de estas características? Lo forman 14.336 unidades de procesamiento central (CPU) Intel Xeon y 7.168 Nvidia Tesla M2050 unidades de procesamiento de gráficos (GPU). Si sólo se utilizasen CPUs, se necesitarían 50.000 de las mismas características. Son las GPU las que permiten la obtención de tan alto rendimiento.
La batalla para la construcción del ordenador más rápido y potente aún no ha terminado. El Tianhe es un paso gigantesco en esa lucha, pero seguro que algo nuevo y más potente surgirá, y no tendremos que esperar mucho.
Visto en International Business Times