He de reconocerlo, durante la pasada Semana Santa el volumen de mi vientre ha aumentado. Algunos conocidos me dicen: «tu barriga está un poco grande«. La causa está en que me he pasado algunos días tomando alguna que otra caña de cerveza durante la tarde-noche. Esperaré a que mi estómago vuelva a su estado anterior. Está claro que lo que nunca haré será someterme a una operación de cirugía plástica con el fin de convertir la grasa que adorna mi vientre en una singular tableta.
Los depósitos de grasa que sirven de adorno a nuestro estómago o barriga no son fáciles de eliminar. Por ello, algunos hombres, y también mujeres, se someten a una intervención quirúrgica con el fin de darle un toque especial (muy especial) al vientre. Los que no se fijen se asombrarán de los espectaculares músculos pero, está claro, que hay algo que delata su falsedad.
Grabado abdominal
En un artículo publicado en la revista Plastic and Reconstructive Surgery, tal como nos cuentan en Gizmodo, podemos ver de que va el asunto. Se trata de un nuevo procedimiento que sustituye a la liposucción tradicional. Los cirujanos se han esforzado en efectuar lo que podíamos llamar como grabado abdominal. Una operación que requiere, además de conocimientos médicos, de cierto dominio artístico.
Los cirujanos explican lo siguiente en el artículo citado: «El cuerpo ideal se caracteriza por un físico muscular y una pared abdominal anterior definida. A pesar de la dieta y el ejercicio, muchos no pueden lograr el resultado deseado. La liposucción con grabado abdominal se utiliza para lograr una estética abdominal de alta definición. La técnica de grabado se realiza con liposucción en un plano superficial, para crear patrones compatibles con ‘six-pack abs’ o definición de líneas abdominales verticales«.
Los resultados se obtuvieron después de haber experimentado con 26 hombres y 24 mujeres que, a pesar de encontrarse bien en general, no podían deshacerse de sus protuberancias, provocadas por el exceso de grasa, en su barriga.
Después de la operación se advirtió a los pacientes que no realizasen ningún tipo de ejercicio que pudiese dañar los músculos creados. Tendrían que llevar a cabo una vigilancia exhaustiva durante un mes. Las personas sometidas a la operación pudieron conservar su estado muscular durante al menos seis años.
Conclusión
Es evidente que los resultados son satisfactorios, pero ello no significa que no rompan con las normas saludables y, también, estéticas. No hay problemas postoperatorios, dicen los responsables del invento, pero lo que no se sabe todavía son los resultados a largo plazo.
