Que el huevo es un elemento primordial en la vida, lo sabemos todos. Como humanos provenimos de la unión de un óvulo y un espermatozide. De esa unión surge el huevo o cigoto, preludio del embrión, que dará lugar al feto y que, después de nueve meses, si todo va bien, lanzará al mundo un nuevo ser vivo, un niño o una niña (o más de uno). Los huevos son también alimentos primordiales por su alto contenido nutritivo. Con la clara del nuevo se elaboran merengues y soufflés.
Reparar la bolsa amniótica
Pero lo que nunca sospeché, y supongo que la mayoría de los que estáis leyendo esto tampoco, es que la clara de huevo sirviese para reparar la bolsa amniótica, la que contiene al nuevo individuo durante el embarazo. Esa bolsa se puede romper accidentalmente o quedar agujereada después de efectuar una amniocentesis (extracción de líquido amniótico con el fin de realizar un análisis para identificar posibles enfermedades genéticas). Hace ya cuatro años Ken Moise y su equipo en el Colegio de Medicina Baylor en Houston, Texas, consiguieron reparar con clara de huevo, después de una purificación previa, un amnios humano que ya no contenía feto alguno.
El experimento
Rompieron la membrana con una aguja y, tras haber aplicado durante treinta segundos clara de huevo, el amnios quedo totalmente sellado, sin ningún agujero. Sólo hay un pequeño o gran inconveniente (depende de los pasos para su corrección), después del experimento hubo que aplicar antibióticos a la bolsa para que no se produjese una infección, algo que no sería posible hacer en el cuerpo de la madre.
Hasta ahora todos los intentos efectuados en esta dirección, en el sellado de agujeros en la bolsa amniótica con otros productos y métodos fueron un fracaso. Este nuevo intento ya presenta un primer paso positivo, esperemos los siguientes.
Visto en NewScientist