Tengo un amigo que desde hace algunos años toma unas cuantas nueces al desayuno. Lo hace, dice, porque son buenas para reducir el colesterol. Aunque siempre me he fiado de sus palabras, tenía dudas con respecto a su decisión.
Según los resultados de una investigación realizada en la Universidad de Loma Linda, en California (Estados Unidos) en el año 2010, la teoría de mi amigo queda totalmente confirmada. Se hicieron un total de 25 estudios en los que han participaron 600 personas. Todas las que toman una pequeña bolsa de nueces (67 gramos) cada día disminuyeron en un 7,4% su nivel de colesterol.
¿Por qué traigo el tema a portada?
Aunque ya han pasado más de diez años desde que el citado estudio se llevó a cabo, no me he resistido a hablar del tema. Somos muchas las personas que padecemos ese desajuste, que puede producir males en muchos casos irreversibles.
El colesterol se produce en el hígado a partir de las transformaciones de alimentos con alto contenido graso. Es una sustancia necesaria para el organismo, pero perjudicial cuando su concentración en la sangre sobrepasa determinados límites. En estos casos provocan un estrechamiento de las arterias al adherirse a sus paredes, lo que puede desembocar en un infarto cardíaco.
Los frutos secos ricos en antioxidantes
Las nueces, como la mayoría de los frutos secos, son ricos en antioxidantes, proteínas, ácidos grasos insaturados, fibras, vitaminas y minerales. Las nueces ingeridas por las personas implicadas en los estudios no solo mejoraron los niveles de colesterol, sino que también redujeron los triglicéridos, grasas implicadas también en enfermedades coronarias.
Dudas científicas
A pesar de que los resultados del impacto de las nueces en la reducción del colesterol es positivo, los científicos no saben cuál es la razón de ello. Creen que los fitoesteroles que contienen pueden impedir la absorción de grasas en el intestino. Lo que también han descubierto es que, en las personas con sobrepeso, la influencia terapéutica de las nueces es imperceptible.
Lo que no se debe hacer nunca es consumir nueces que estén recubiertas de azúcar o sal. Estos aditivos, aunque dan un sabor especial al producto, no favorecen el proceso de reducción de colesterol.
También se creía que el consumo diario de nueces podía influir en la disminución de peso, pero esto no es así. Las personas involucradas en el estudio no experimentaron ninguna pérdida de peso.
Información
He encontrado parte de la información para escribir este artículo, la que se refiere al estudio realizado en California, en el diario BBC News (en inglés).