A veces se necesita una pequeña cantidad de dinero para pagar algún capricho como un viaje, un regalo de boda o incluso para aprovechar una buena oferta de algún electrodoméstico. Son gastos suficientemente grandes para afectar a nuestro presupuesto mensual, pero no lo suficiente como para someternos a toda la burocracia propia de los préstamos.
Afortunadamente, ahora se pueden conseguir créditos rápidos sin papeles como los que encontrarás en Matchbanker. Su principal objetivo es que puedas afrontar cualquier pago urgente que puedas tener de una forma eficiente y sin muchas dificultades. Cuando vas a solicitar 200, 300 o incluso 500 euros, no tiene mucho sentido someterse a los mismos trámites que suponen los créditos de 10.000 € o incluso más.
Conseguir estos créditos es realmente sencillo, porque de hecho, como decíamos, están pensados para ser lo más rápidos posibles. Sin embargo, puede haber diferencias importantes en el precio a pagar entre una entidad y otra. Por eso, antes de contratar, conviene comparar los créditos disponibles en las diversas entidades que ofrecen sus servicios en España. En cuanto a la rapidez, no hay grandes diferencias. Generalmente, puedes tener el dinero en 24 horas o incluso menos desde que se aprueba la solicitud, dependiendo de lo eficientes que sean los bancos con las transferencias. Pero, en los intereses sí puede haber tales diferencias. Para comparar, puedes hacerlo con la TAE y también haciendo uso de los simuladores que verás en la web de cualquier entidad de préstamo.
Una vez te hayas decidido, el proceso es más o menos igual en todos ellos. Lo primero es registrarte poniendo tus datos. No te pedirán mucho: nombre, apellidos, dirección, sexo, teléfono móvil, DNI y poco más. Ya dentro de la web, puedes poner el dinero que necesitas y empezar la solicitud de crédito que suele ser gratuita en todas las entidades.
La solicitud no conlleva papeleos y se puede hacer todo por internet. Habitualmente te pedirán una copia de tu DNI y los datos de tu banco. Con eso, pueden hacer un escaneado de tus cuentas para comprobar tu solvencia y se evitan tener que pedirte justificantes de ingresos y otros papeles. El análisis lo hace un robot y en pocos minutos toma una decisión.
Recibirás un mensaje de móvil o de correo electrónico informándote si te conceden el préstamo o no. Si la respuesta es afirmativa, tendrás que dar tu consentimiento para que se formalice el contrato. Hasta aquí, todo es gratuito. Si confirmas que quieres el crédito será el momento en que adquieras la obligación de pagar los intereses por los días que tengas el dinero.
Generalmente se puede devolver el dinero de forma anticipada a cambio de pagar una tarifa. Sin embargo, por ley tienes derecho a desistir del contrato dentro de los 14 días siguientes a su formalización, en cuyo caso solo pagarías los intereses devengados por los días en que tuviste el dinero. Deben de informarte de esto y del procedimiento de desistimiento en el propio contrato, así que no dejes de leerlo con atención.