Desde su llegada y expansión alrededor del mundo, la fibra óptica no ha dejado de sorprendernos y otorgarnos una calidad y fluidez cruciales en nuestra era. Con sus primeros precedentes a finales del siglo XVIII y una versatilidad que abarca la arquitectura, un sistema imprescindible tanto en el hogar como en la empresa.
Conexión a Internet rápida y asequible
En los últimos años, muchos individuos han podido testimoniar un gran esfuerzo por llevar la increíble fibra óptica a sus municipios. Una actualización del modo en que siempre entendimos la conexión a Internet y que, sin lugar a dudas, ha marcado un antes y un después en la experiencia de los internautas. Y no sólo eso. Disponiendo de una potencia y capacidad sumamente superiores a sus precedentes, la fibra óptica también ha supuesto un gran avance tanto para empresas como para profesionales especializados en la creación de contenido. Por lo que, seas gamer, emprendedor o si simplemente quieres una conexión de calidad, la fibra óptica es una apuesta segura.
De hecho, una de las principales ventajas de este sistema —y, posiblemente, uno de los motivos por los que su demanda es ya imparable— es que, además, ahorras tiempo y dinero con la fibra óptica. Por una parte, dado que su modo de intercambiar datos no tiene nada que ver con el sistema de transmisión convencional, a pesar de que el origen de la fibra óptica se sitúa hacia finales del siglo XVIII. Y, por otra, ya que, si bien su instalación es más específica, la equilibrada relación calidad precio de la fibra óptica ha dejado en la estacada al dificultoso ADSL. Motivo por el que, en combinación, la fibra sienta ha sentado las bases del futuro de las telecomunicaciones.
Y la luz sustituyó al cobre
A diferencia de la conexión mediante ADSL, que se servía de las tradicionales líneas telefónicas de cobre, la fibra óptica funciona mediante una frecuencia de luz concreta que permite transferir los datos. Por inverosímil que pueda parecer, esto es debido a que su cableado, confeccionado mediante un filamento flexible de plástico o de vidrio, es capaz de transportar reflexiones de luz en su interior. A su vez, razón por la que se trata de un sistema relativamente delicado, dado que una mala dobladura podría partir dicho filamento y, consecuentemente, frustrar la transmisión de luz. Aunque, en comparación con sus predecesores, resiste mejor las adversidades ambientales.
Resolviendo el rompecabezas que sugiere el hecho de que una fuente de luz sea la que transmite información, todo guarda relación con sus componentes. Básicamente, esto se debe a que los detectores interpretan los pulsos de luz como información que ordenan los emisores —un diodo láser para largas distancias y LED para tramos más acotados— y que después amplifican los repetidores. De nuevo, algo aparentemente inverosímil a pesar de que los antiguos griegos ya utilizaban espejos y luz solar para transmitir información. Pero, si avanzamos un poco, daríamos en 1792 con el primer sistema hábil de telegrafía óptica de la mano del inventor francés Claude Chappe.
¿Qué aporta la fibra óptica?
Volviendo al presente, y aunque su historia no tenga desperdicio alguno, la fibra óptica no sólo ha conseguido transmitir más rápido los datos, sino también mejor. Es decir, que dicho sistema, por ende, encauza con una mayor calidad de sonido y reproducción de vídeo. Por no hablar, por extensión, de las videollamadas que tanto han sustentado nuestro templo emocional durante las recientes etapas de confinamiento y restricción. Como se ha mencionado, a causa de una transferencia ininterrumpida cuya fluidez evita parones súbitos en la transmisión de información a distancia tanto en Internet como en televisión.
Asimismo, y en función de la compañía de telecomunicaciones escogida, podemos contratar tarifas de fibra óptica francamente baratas. En ese sentido, si bien el ADSL común se situaba sobre los 36€ mensuales, hoy es posible contratar una fibra óptica simétrica de 100Mbps por 24€ o de incluso 300Mbps por 30€. Si tenemos en cuenta la permanencia mínima con la empresa en cuestión, pudiendo acceder a su instalación gratuita. A todas luces, una opción que se adapta tanto a empresas de cualquier sector como a gamers específicos que quieran conectarse a la red sin interrupciones.
Pura versatilidad: de la iluminación al hormigón translúcido
Pese a su relación con los ámbitos tanto laboral como doméstico, la fibra óptica también goza de distintas y útiles aplicaciones. Además del sector de la comunicación, sirviendo como sensores de medición de todo tipo de datos —desde temperatura y humedad a vibraciones y campos magnéticos—, como sistema de iluminación que prescinde de electricidad y calor o incluso en la arquitectura. En este curioso y último punto, gracias a la invención del húngaro Ron Losonczi, quien empleó la fibra óptica en un material indispensable del sector dando lugar al insólito, pero verídico hormigón translúcido.
En definitiva, la fibra óptica es, como se ha mencionado, toda una revolución no sólo en las telecomunicaciones, sino en muchos otros ámbitos donde aporta su granito de arena en favor de la innovación. Aplicado en nuestro hogar, con grandes capacidades para asegurar el máximo disfrute y fluidez de nuestras series y películas favoritas en streaming. En el mundo empresarial, protegiendo mejor la información dado que su naturaleza opera contra los pinchazos. En suma, un elemento crucial de nuestro tiempo y el futuro venidero.