Verano y vacaciones son casi siempre sinónimos de fotos, al fin y al cabo, ¿quién es capaz de resistirse al impulso de capturar los mejores momentos o imágenes de un viaje para la posteridad? Una cámara digital o un buen smartphone no pueden faltar en todo grupo de viaje, y la posibilidad de imprimir fotos online después, a precio económico y con un enorme abanico de formatos, dan toda una nueva dimensión a la fotografía.
Sin embargo, aunque en un principio es fácil pensar que el verano ofrece las circunstancias perfectas para conseguir todo tipo de buenas fotos, no siempre es tan sencillo. El exceso de luz o recurrir una y otra vez a los mismos planos pueden quitarle mucha calidad al resultado de tu esfuerzo. Estos son algunos trucos para saber cómo hacer fotos bonitas en verano.
Sol en su justa medida
Siempre se dice que lo mejor para hacer fotografías de cualquier tipo es contar con abundante luz ambiental, pero el sol de verano, tan característico de las vacaciones, puede resultar muchas veces excesivo. Fotos con luces quemadas por culpa de una sobreexposición, personas que no consiguen abrir los ojos y sombras que no se buscaban son frecuentes cuando el sol es sencillamente excesivo.
Para evitar esta luz tan dura, lo mejor es evitar las horas centrales del día: al amanecer y al atardecer la luz suele ser mucho más favorable y da lugar a efectos más interesantes, como los de los impresionantes cielos rojos o naranjas de las últimas horas de luz.
Narra una historia
Si estás haciendo fotos de un viaje, considera cada una como una viñeta de un comic o una ilustración de un libro: busca que haya una relación y una continuidad entre cada foto y la siguiente, de forma que cuenten por sí mismas una historia. Cuando las vuelvas a ver, los recuerdos serán mucho más claros, y podrás incluso transmitir esas sensaciones a quien no estuvo allí.
Los paisajes, el eterno desafío
¿Quién no ha intentado plasmar un paisaje evocador en una foto digna de postal? Conseguir una buena foto de un paisaje nunca es sencillo, y aprender a conseguir buenas composiciones es uno de los mayores desafíos para los aficionados a la fotografía.
¿Las claves? No te obsesiones con capturarlo todo: si intentas que se vean demasiadas cosas, probablemente no consigas que se vea bien nada, céntrate en unos pocos detalles que a los que dar protagonismo. Por otro lado, usa la cuadrícula si tienes una cámara digital que lo permita. Te ayudará a evitar horizontes inclinados o encuadres con demasiado vacío o descentrados.
No dejes de moverte
Este es uno de los aspectos más importantes a la hora de plantearse cómo hacer fotos bonitas en verano. No tengas miedo alejarte un poco o buscar un rincón a cubierto para poder disparar tu cámara con la lente a la sombra aunque el objetivo esté al sol: conseguirás una imagen mucho más clara.
Del mismo modo, no te limites a disparar siempre desde la posición estándar: gira alrededor del objetivo, súbete a una silla y tírate al suelo. Las perspectivas diferentes dan lugar a fotos extraordinariamente diferentes. Hay vida más allá de las fotos de pies en la playa o de platos de comida: busca tu propio punto de vista.