Las grandes empresas de e-commerce como Amazon o AliExpress están ganando terreno en el mercado porque cada vez realizamos más compras online. De hecho, muchas de las tiendas físicas en las que acostumbrábamos a comprar de forma presencial están dedicando grandes esfuerzos a incorporar la venta de productos online, porque esta tendencia va cada vez más al alza.
Comprar online tiene grandes ventajas, sobre todo en cuanto a la comodidad y la competitividad de los precios frente a las grandes superficies y el comercio de proximidad. Sin embargo, también tiene sus riesgos, así que conviene que tomes las debidas precauciones para asegurarte de que no sufres ninguna estafa y que tus datos bancarios permanecen a salvo en todo momento.
1. Asegúrate de que la tienda online donde estás comprando es legítima
En internet, no todo es lo que parece, e incluso a las grandes plataformas de venta de productos online pueden surgirles imitadores fraudulentos. Estas plataformas falsas son un gran peligro porque tratan de captar clientes a través del phishing para robar sus datos privados o, incluso, apropiarse del dinero de su tarjeta de crédito.
Asegúrate, entonces, de que la página web donde estás realizando tus compras tiene el dominio adecuado en la barra de tu navegador, y comprueba que cuenta con el certificado SSL al día. Si el candado que aparece junto a su dirección está tachado o abierto, esa página web no es segura.
2. Utiliza una VPN para proteger tu conexión
Tu conexión a internet puede quedar expuesta mientras realizas tus compras online, de forma que los datos de tu tarjeta bancaria o las contraseñas de tus cuentas pueden caer en manos de hackers. Para evitar este tipo de fugas, puede usar una VPN que es una herramienta de encriptación para todo su tráfico en línea. Gracias a esta herramienta vas a poder navegar de forma privada, y tus datos bancarios se mantendrán a salvo mientras realizas tus compras en la red.
3. Evita las redes Wi-Fi públicas
Las redes Wi-Fi de las cafeterías o los hoteles pueden parecer muy convenientes para navegar mientras estamos lejos de casa, pero pueden presentar serias deficiencias en materia de seguridad. Basta con que un hacker tenga acceso a una de estas redes para que trate de interceptar los datos que envías o recibes a través de ellas, así que normalmente es mejor idea evitarlas por completo. Trata de utilizar tu propia conexión de datos para navegar, incluso si esto implica pagar un poco más a tu proveedor de internet.
4. Reduce el número de tiendas online que utilizas
Cuantas más tiendas online uses, más posibilidades tienes de que alguna de tus cuentas sea hackeada, sobre todo considerando que las tiendas de menor alcance no acostumbran a contar con la mejor tecnología en materia de ciberseguridad. Siempre que te sea posible, limita tus compras a un conjunto reducido de plataformas online que cuenten con tu confianza y con sistemas de ciberseguridad robustos para proteger tus datos privados.
5. Utiliza contraseñas seguras y únicas
Si utilizas la misma contraseña para todas tus cuentas, lo puedes pasar mal si se produce una filtración en una de ellas. Basta una sola filtración para que los hackers pongan a prueba tu contraseña en todas las otras cuentas que tengas abiertas, y, si consiguen acceder siquiera a una, pueden utilizar tus métodos de pago para realizar compras con tu dinero hasta vaciarte la tarjeta. Evítate el disgusto estableciendo contraseñas seguras y diferentes para cada cuenta. Puedes utilizar un gestor de contraseñas para que te resulte más fácil.
Al comprar online, tu seguridad es lo primero
Recuerda que la ciberseguridad es esencial a la hora de realizar tus compras online. De la misma forma que no vas por la calle mostrando a todos los datos de tu tarjeta de crédito, asegúrate de que no haces lo mismo cuando compras online. Verifica siempre la legitimidad de tus tiendas de e-commerce favoritas, encripta tu conexión con una VPN, y protege tus contraseñas de forma robusta. Solo así podrás comprar online con plena tranquilidad.