El pelar patatas supone para cualquiera de nosotros, hombres y mujeres, un esfuerzo añadido como cocineros o ayudantes de cocina en el hogar. Hay que ir a la bolsa que las contiene, hacernos con el cuchillo perdido en un cajón, coger patata a patata e ir deslizando el filo del susodicho con sutileza infinita. Después de pelar unos cuantos tubérculos, tras depositarlos en un recipiente contenedor, debemos ponerlos bajo un chorro de agua fría con el fin de eliminar los restos de tierra que quedan pegados. El resto del proceso depende de múltiples circunstancias, ligadas a su utilización, desde componentes de una tortilla a acompañantes de cualquier comida, patatas fritas, cocidas o asadas.
En el vídeo nos descubren una original y rápida forma de pelar patatas después de someterlas a situaciones extremas de temperatura. Quitarle la monda a una patata, tras una preparación previa, supone una inversión temporal de alrededor de diez segundos. El método no tiene muchas complicaciones. Colocamos la patata (o patatas) durante unos instantes en un recipiente con agua a 112 ºF (44 ºC), la pasamos (una a una) a otro que tenga agua mezclada con cubitos de hielo a 45 ºF (7 ºC), dejándola sumergida entre 7 y 8 segundos. Después de extraerla del segundo recipiente, sólo tenemos que deslizar nuestras manos sobre la monda para quitarla. El resultado ya lo veis, patata pelada. ¿Quieres probar?
El método es ideal, tanto para los peladores de patatas profesionales como para los eventuales, ya que no corren los riesgos que entraña el manejo de un cuchillo de hoja afilada (si no está así, no corta). Los resultados, con este método, son satisfactorios. Además, lo único que se extrae es la monda, no la monda y pequeños trozos de patata. Así que además de un sistema eficiente en su utilización es también altamente satisfactorio en los resultados, por el ahorro que supone. Lo dicho, ¿quieres probar? Pues ya sabes lo que tienes que hacer.