Pensar que cambiarse de compañía de luz y gas es complicado es una creencia muy común. Sin embargo, es una creencia falsa. La luz tiene por ley la ausencia de permanencia. Así que podemos cambiarnos de compañía cuantas veces queramos y aprovechando las ofertas que sean necesarias.
¿Qué motivos hay para cambiarse de compañía de luz y gas?
Sencillo: la economía. Ahora que llegan los meses de menos luz y más frío, los consumos de luz y gas en un hogar pueden multiplicarse. De hecho, no es raro que una casa gaste cuatro veces más con la puesta en marcha de la calefacción. ¿Por qué pagar más pudiendo pagar menos?
Además, con el infinito mundo que nos presenta Internet, es sencillo conocer las compañías de luz y gas presentes en el mercado. No olvidemos que cada vez hay más, y que la oferta es amplia. Antes había monopolios que hacían que los precios fueran poco competitivos. Ahora tenemos muchas opciones donde elegir. Además, ni siquiera hace falta que nosotros nos estemos preocupando de conocer las ofertas del mercado. Existen comparadores de luz y gas que hacen el trabajo por nosotros. Nos dirán qué compañía nos conviene más según nuestras necesidades.
Aun así, saber lo que estamos pagando en las facturas de luz y gas parece bastante necesario. Para así saber dónde podemos ahorrar en las siguientes facturas.
¿Qué se paga en una factura de luz?
El importe por la potencia contratada (€/kW)
Consumo realizado (€/kWh)
Impuestos de electricidad
Alquiler de equipos
Servicios añadidos
El IVA sobre el subtotal de la factura
¿Qué se paga en la factura de gas?
Término Fijo: este es el gasto que tenemos por tener acceso a un suministro de gas
Término variable: lo que hemos consumido.
Impuesto especial sobre hidrocarburos.
Alquiler del contador de gas.
IVA
Es evidente que, si contamos con descuentos en nuestras facturas, estas nos saldrán bastante más rentables. Muchas veces, las compañías tienen promociones de las que nos podemos aprovechar y que suponen un gran ahorro para nuestra factura.
Luz verde
Debemos tener en cuenta que cada vez hay más compañías que utilizan luz verde, es decir, producida con fuentes de energía renovables y no contaminantes. Esto debería ser tenido en cuenta a la hora de contratar una u otra compañía, ya que la sostenibilidad empieza a ser un asunto urgente.
Sin embargo, muchas de estas compañías no nos dicen algo evidente: el gas no puede ser energía verde. Sí, puede que sea evidente, que no existe la producción no contaminante de gas. Sin embargo, en un discurso constante sobre energías renovables, quizá no caigamos en ello. Y hay pocas compañías que nos advierten de este punto.
Pequeños trucos para ahorrar en la factura
Hay algunos recursos caseros que podemos utilizar para que nuestras facturas sean más bajas.
- Utilizar la tarifa valle: en las compañías de luz hay opción de tarifas según horarios. Claro que estas tarifas son a unas horas en las que no en todas las casas hay acceso a consumir el máximo de luz. Así que veamos qué tarifa se adapta mejor a nuestro plan de vida. A veces, no es viable estar poniendo lavadoras a las 3 a.m. ni en las horas del mediodía.
- Apagar las luces de la casa: parece lógico, pero todos nos dejamos las luces de la casa encendidas porque vamos a volver en seguida. Y de pronto nos damos cuenta y vamos apagando luces que han estado gastando innecesariamente.
- No dejar la calefacción de forma constante. Si no estamos, es mejor apagarla. Es un mito que gaste menos porque la casa no pierda calor.
¡Muy buenas recomendaciones! En estas épocas del año donde el frío es abundante, es importante saber cómo administrar las luces y electricidad para poder ahorrar al máximo posible. Por eso, una buena alternativa para ahorrar a la vez que tienes la casa calentita, es cambiar la calefacción por una estufa de pellets, por ejemplo. La estufa de pellets es mucho más económica y la gran potencia que proporciona consigue que tu hogar esté calentito durante todo el día sin necesidad de gastar tanto como con la calefacción. Esta idea es una de las mejores alternativas.