La Ciencia no para, los avances son continuos. Uno de los mas llamativos, aún en fase experimental, es el que propone Adam Pantanowitz, profesor de Wits School of Electrical and Information Engineering. Es el propulsor del proyecto Brainternet, que se ocupa de la transmisión de ondas cerebrales directamente a Internet. El cerebro se convierte en un nodo del Internet de las Cosas (IoT), es decir, se conecta como cualquier otro dispositivo a Internet, utilizando un interruptor de encendido y apagado.
«Brainternet es una nueva frontera en los sistemas de interfaz cerebro-computadora. Faltan datos fáciles de entender sobre el funcionamiento del cerebro humano y los procesos de información. Brainternet busca simplificar la comprensión de una persona, de su propio cerebro y de los cerebros de otros. Lo hace a través de un monitoreo continuo de la actividad cerebral, además de permitir cierta interactividad», explica Pantanowitz.
Brainternet convierte las señales emitidas por las ondas cerebrales en un flujo continuo, y lo registra en un sistema totalmente físico, emparentado con las máquinas, en Internet. Para ello una persona lleva integrado un dispositivo Emotiv EEG monitorizado, que capta las ondas cerebrales. Este dispositivo es móvil y accesible a través de Internet durante un periodo de tiempo fijado de antemano. Las señales de EEG son captadas por una Raspberry Pi, que se ocupa de transmitir las señales a una interfaz de programación de aplicaciones. Los datos recopilados se mostrarán en un sitio web, que actúa como portal.
«En última instancia, nuestro objetivo es permitir la interactividad entre el usuario y su cerebro para que el usuario pueda proporcionar un estímulo y ver la respuesta. Brainternet puede ser mejorado aún más para clasificar las grabaciones a través de una aplicación de teléfono inteligente que proporcionará datos para un algoritmo de aprendizaje de máquina. En el futuro, podría haber información transferida en ambas direcciones, entradas y salidas al cerebro», dice Pantanowitz.
El proyecto aún está en pañales, pero está claro que promete mucho, aunque muchos dirán que cada vez estamos más dominados por las máquinas y que no quieren oír hablar del tema. Y tal vez tengan razón.
Fuente: MedicalXpress