Sociedad

Correr riesgos sin sentido

Ocurre con más frecuencia de lo habitual. Lo vemos, en más de una ocasión, cuando salimos a la calle. A pesar de que la muerte puede acompañar a la toma de decisiones sin sentido, se siguen despreciando los riesgos por parte de muchas personas.

¿Hay algo más relajante que tumbarse después de comer en un sillón delante del televisor y quedarse dormido? Pues sí, hay más: estirarse bajo la sombra de un roble milenario un caluroso día de verano, situarse ante la barra de un bar tomándose un vaso de vino con su respectiva tapa mientras hablamos tranquilamente (es posible) con los amigos de fútbol y/o política, seguir sobre la cama unos minutos después de que suene el despertador mañanero, mirar el cielo estrellado tras una noche despejada, apoyarse sobre un árbol sin pensar en nada, mirando al infinito…

Relajación

Y hay muchos más, cada uno tiene su particular momento de relajación, pero lo que nunca me imaginé es la forma especial en la que el individuo de la fotografía llega a ese estado. Tomar un café suspendido en el espacio, sentado en el poyo de la ventana de un tercer piso, con el vacío a sus pies, no entra dentro de lo habitual o recomendable. Vemos que las paredes exteriores del edificio están desconchadas, fruto del abandono, símbolo de ruina. ¿Cómo estará el interior del piso del amante de la relajación con riesgo? Tal vez ello lo explique todo.

Relajación

Fuente de la imagen que acompaña el comentario anterior, Daily Picks and Flicks.

Alto riesgo

No es el único caso, los vemos con más frecuencia de lo habitual caminando por las calles de la ciudad en la que vivimos o de la que estamos visitando. La señora de la imagen es un fiel reflejo de lo que conocemos como desprecio a la vida. Se ha puesto a limpiar la ventana, suponemos que de su vivienda, con el vacío a su espalda, sin ningún tipo de seguridad. Podríamos decir que después vendrán las lamentaciones, pero no lo podemos decir así, ya que ella, si se pierde en el vacío, estoy totalmente seguro, no podrá contarlo.

Alto riesgo

Hemos encontrado la noticia que incluye la fotografía de la señora amiga del alto riesgo, en un artículo publicado hace algunos años en La Voz de Galicia. Aclaramos que la susodicha está en una de las ventanas de un cuarto piso. Esto es lo que nos cuentan en el periódico: «Ayer, una vecina de Santa Uxía de Ribeira encontró la solución perfecta para no tener que retirar ni un solo tornillo. Tomó el camino más fácil y más peligroso: se subió al alféizar de la ventana y limpió persianas y vidrios«.

Conclusión

Está claro que son muchas las personas que no tienen ningún cuidado a la hora de protegerse. Los altos riesgos no solo se dan en casos particulares, como los que hemos citado, sino también en el trabajo. Hemos escrito un artículo, titulado Cómo evitar accidentes en el trabajo, en el que mostramos que, a pesar de ser totalmente necesarias, no se toman medidas adecuadas.

Fabriciano González

Amante de la informática y de Internet entre otras muchas pasiones. Leo, descifro, interpreto, combino y escribo. Lo hago para seguir viviendo y disfrutando. Trato de dominar el tiempo para que no me esclavice.

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