Doña Pilar Primo de Rivera y sus fieles pupilas, fueron de los muchos notables de la época que apuntalaron el perfil sumiso y limitado con el que se pretendió condenar eternamente a las mujeres.
He aquí algunos ejemplos de las “cualidades” que debía poseer una mujer en la época franquista:
COMPLACIENTE. Es un imperdonable error la negación al esposo del débito conyugal. La mujer no debe, bajo ningún pretexto, negar a su marido lo que le pertenece. Muchas mujeres que se lamentan de las infidelidades de sus esposos no quieren darse cuenta de que fueron ellas las culpables de la traición por no haber conocido a tiempo la enorme trascendencia del consejo que antecede.
(DR. NÚÑEZ. “Antes de que te cases”. 1946)
MATERNAL. El organismo de las mujeres está puesto al servicio de una matriz, el organismo del hombre se dispone para el servicio de un cerebro.
(FEDERICO ARVESU, Médico y jesuita. “La virilidad y sus fundamentos sexuales”. 1962)
DIVERTIDA. Los primeros juguetes de las niñas han de ser las muñecas o cosas parecidas, en conformidad con sus fines ulteriores. Por donde se lleve el agua, por allí corre; y el agua es la conciencia de las niñas en sus primeros años; que corra por sus cauces propios y femeninos.
(ANTONIO GARCA FIGAR, dominico. “Por una mujer mejor”, 1952)
CORRECTA. La actitud íntima de la especie humana es la posición horizontal, es decir, aquélla en que el hombre se sitúa delicadamente sobre la mujer (…). La posición vertical, o sea, de pie, no puede ser más peligrosa, pues expone al hombre a graves accidentes, por ejemplo, a la parálisis de las piernas.
Y cuando la mujer ocupa el sitio de su marido, el acto conyugal no se cumple como debiera.
(M. IGLESIAS. “Problemas Conyugales” 1954)