Los riesgos que se corren al compartir fotos y otros datos de nuestros hijos en Internet
A pesar de todas las advertencias siguen siendo muchos los padres que continúan compartiendo datos de sus hijos en Internet. Tal vez no sepan que ello entraña grandes riesgos y, a pesar de saberlo, no les importa. Si analizamos el número de fotos y vídeos personales de niños menores de 13 años subidos a las redes sociales por sus padres, vemos que alcanzan una media de 1.300 por cada niño o niña. A partir de ahí, de esa edad y hasta los 18 años, los jóvenes llegarán a una media de 70.000 publicaciones, debido a que son varias las horas en que cada día están conectados.
Ello es un atentado contra la privacidad, sobre todo cuando los niños son pequeños y aún no son capaces de discernir los riesgos que entraña el aparecer en lugares en los que son muchos los que los pueden ver. Según un informe publicado por Children’s Commissioner del Reino Unido, muchos padres comparten del orden de 100 fotos al año de sus hijos desde que nacen hasta que alcanzan los trece años de edad.
¿Y qué pasa cuando los niños llegan a los 13 años y ya se ponen a utilizar el teléfono móvil, y en menor medida el ordenador, de forma constante? Ya lo hemos dado a entender en el primer párrafo: publican 26 veces al día en las redes sociales. Y algunos no esperan a llegar a los 13 años, lo hacen ya entre los 5 y los 15 años, y pasan dos horas al día conectados.
Los ciberdelincuentes lo saben, y se aprovechan de ello. Así, además de conocer datos que divulgan los niños, adolescentes y jóvenes, se aprovechan para establecer comunicaciones con ellos, con el fin de engañarlos y obtener beneficios.
Fuente: TICbeat
PhotoAgeClock utiliza la Inteligencia Artificial para saber tu edad tras ver tus ojos
Hay un dicho muy popular que indica que «los ojos son el espejo del alma«. También es posible que en alguna ocasión nos haya pasado, como a una persona que conozco, que en una visita al oftalmólogo u oftalmóloga, como fue en este caso, se sorprenda al decirle nuestra edad. «No puede tener esos años, usted es mucho más joven», nos explica. Pero, después de examinarnos los ojos, de ver su interior, nos comenta: «los ojos no mienten, tiene la edad que me ha dicho».
Lo anterior viene a cuento después de descubrir lo que indico en el título de este apartado, el descubrimiento, por parte de investigadores de la Universidad Estatal de Moscú y la startup de tecnología de Estonia HautAI OU, de que un dispositivo, llamado PhotoAgeClock, es capaz de mostrar la edad que tiene una persona tras echar un vistado a sus ojos. Para conseguirlo utiliza un software de IA (Inteligencia Artificial), que trabaja con unos algoritmos muy completos.
Tras examinar la zona que rodea los ojos, emite su veredicto. Y lo hace con notable precisión, ya que el máximo error que puede cometer está en torno a los 2,3 años. El invento surge porque se sabe que el área que rodea al ojo es la que mejor sirve para estimar la edad de una persona.
Fuente: Computer Hoy