Utilizan un lenguaje muy pobre ya que disponen de muy pocas palabras para expresar una idea, para aclarar una duda, o para elaborar una cita, entre otras posibilidades. Se trata de los mensajes de texto, los que surgieron con los tradicionales SMS y se enriquecieron con la venida de Whtasapp, una de las aplicaciones más populares para teléfonos móviles inteligentes, sin olvidarnos de Twitter y Facebook. En el año 2012, un grupo de expertos de la University of Calgary, en Canadá, había llegado a la conclusión de que estos mensajes pueden atrofiar las capacidades de lectura.
Empobrecimiento del lenguaje
El leer muchos de estos mensajes puede actuar negativamente sobre la capacidad lingüística de interpretar y aceptar nuevas palabras, que enriquecen el vocabulario y fortalecen el pensamiento. Los que escriben muchos mensajes utilizan menos palabras que los que escriben pocos o ninguno. Para corregir y reorientar el proceso de deterioro hay que volver a la lectura de libros y periódicos, con un lenguaje variado y creativo, que no se utiliza en los pobres mensajes de texto.
La importancia de la lectura
La lectura propicia el descubrimiento y aprendizaje de nuevas palabras que ayudan al desarrollo de habilidades centradas en ese proceso de descubrimiento. Las rígidas restricciones del lenguaje que generan los mensajes de texto impidieron a los estudiantes conocer el significado de muchas de las palabras propuestas en el estudio.