Los plásticos nos invaden por todas partes. Una gran cantidad de estos materiales terminan en el mar. Existe un hongo, denominado Parengyodontium album, que se ocupa de degradar el polietileno expuesto a los rayos ultravioletas en el mar. Hongos similares también serán capaces de descomponer los plásticos en los fondos marinos.
Un grupo de investigadores, dirigidos por Annika Vaksmaa, microbióloga de NIOZ (Royal Netherlands Institute for Sea Research), ha descubierto un hongo marino que, como ya hemos indicado, puede descomponer el plástico de polietileno (PE) después de haber sido expuesto a la radiación ultravioleta de la luz solar.
Los descubrimientos han sido publicados en la revista Science of the Total Environment. Nos cuentan también que otros hongos pueden actuar de forma similar en lugares más profundos, destruyendo los materiales contaminantes constituidos por plástico.
Sobre el proceso de investigación
Se buscaron los microbios que degradan el plástico en el Océano Pacífico Norte. Recolectaron basura plástica y aislaron el hongo marino cultivándolo en el laboratorio. La directora de la investigación. Annika Vaksmaa, ha dicho lo siguiente:
«Estos isótopos llamados C siguen siendo rastreables en la cadena alimentaria. Es como una etiqueta que nos permite seguir hacia dónde va el carbono. Luego podemos rastrearlo en los productos de degradación«.
«Lo que hace que esta investigación sea científicamente excepcional es que podemos cuantificar el proceso de degradación. Nuestras mediciones también mostraron que el hongo no utiliza mucho del carbono proveniente del PE al descomponerlo. La mayor parte del PE que utiliza Parengyodontium album se convierte en dióxido de carbono, que el hongo excreta nuevamente».
La influencia de los rayos UV
Se ha demostrado que la luz solar es fundamental para que el hongo utilice polietileno (PE) como fuente de energía. Vaksmaa ha dicho:
«En el laboratorio, Parengyodontium album sólo descompone el PE que ha estado expuesto a la luz ultravioleta al menos durante un corto período de tiempo. Esto significa que en el océano el hongo sólo puede degradar el plástico que inicialmente flota cerca de la superficie».
«Ya se sabía que la luz ultravioleta descompone mecánicamente el plástico, pero nuestros resultados muestran que también facilita la descomposición biológica del plástico por parte de los hongos marinos«.
Conclusión
Está claro que el hongo Parengyodontium album no podrá descomponer todos los plásticos que se encuentran en el mar. Se espera, según nos dice Vaksmaa, que existan otros hongos con actuaciones similares, aunque en estos momentos sean desconocidos. De ahí la conclusión a la que llega la bióloga:
«Los hongos marinos pueden descomponer materiales complejos hechos de carbono. Existen numerosas cantidades de hongos marinos, por lo que es probable que además de las cuatro especies identificadas hasta ahora, otras especies también contribuyan a la degradación del plástico. Todavía quedan muchas preguntas sobre la dinámica de cómo se produce la degradación del plástico en las capas más profundas«.
Es necesario encontrar organismos que destruyan o degraden el plástico. Habrá que conseguir que los 400 mil millones de kilogramos de plástico que producimos los humanos sean eliminados. Si no lo hacemos, llegaremos a la destrucción de la vida orgánica.