El estrés puede provocar una fuerte tensión muscular, ansiedad e incluso puede manifestarse a través de dolores físicos. Una de las alternativas más recomendables para tratar estas afecciones es la meditación, porque conduce a la mente a un estado de relajación necesario para relajar el cuerpo y eliminar el estrés.
La meditación es una práctica milenaria que genera un estado de relajación y concentración de la mente. Se trata de una técnica que ha tenido un auge importante en Occidente, debido a que reduce el estrés, la ansiedad y mejora la calidad de vida de los hombres y mujeres que la practican.
Durante la meditación, la persona centra su atención en un foco, ayudándole de esta manera a reducir la cantidad pensamientos que provocan estrés o preocupación. Por ello, esta práctica y sus variantes, como la meditación Vipassana, está considerada como un tratamiento complementario para la mente y el cuerpo.
¿Qué es la meditación?
La meditación es una técnica antigua originada en la India hace miles de años. Con el paso del tiempo, esta práctica fue ganando popularidad en los países vecinos y, posteriormente, se extendió por el resto del continente hasta llegar a los países occidentales.
Quienes desean disminuir los niveles de estrés, encuentran en la meditación y sus técnicas, una vía para lograr una atención sostenida sobre un objeto, un pensamiento o estado de ánimo. Se trata de alcanzar un estado de conciencia que solo se obtiene con la práctica. En resumen, no es un estado que la persona adquiere, sino que descubre dentro de sí misma.
En este sentido, uno de los objetivos de la meditación es desvelar un estado de conciencia que vive dentro de cada una de las personas. Además, los gurús en esta práctica sostienen que este estado de concentración y relajación se puede descubrir en el desarrollo de la vida cotidiana, por ello, se puede considerar que el mindfulness y meditación están estrechamente relacionados.
¿Qué es el mindfulness?
El término inglés «mindfulness» es una traducción del Pali y significa «atención o conciencia plena». Sin embargo, estas dos palabras no abarcan todo lo que representa esta práctica. El «mindfulness» es una práctica formal o informal que ayuda a desarrollar un estado de atención sostenido.
El objetivo de esta práctica es tener un mayor control del estado mental para vivir realmente los hechos de la vida y ser conscientes de cada uno de los pasos que se dan. No obstante, el mindfulness se puede practicar de una manera formal o informal, de acuerdo con las necesidades de cada practicante.
La práctica informal del mindfulness se manifiesta en la vida cotidiana, por ejemplo, a la hora de comer, una persona debe saborear, disfrutar y concentrarse en el hecho de estar comiendo, estar plenamente consciente de qué significa comer y centrar la mente en ello, sin distracciones.
En cambio, la práctica formal se refiere al momento en el que la persona se reserva unos minutos de su tiempo al día para centrar su atención en el aquí y el ahora, y así expandir la mente hasta llegar a un estado de concentración pura. De este modo, la práctica formal del mindfulness y la meditación pueden definirse de la misma forma: ambas son un estado de entendimiento, concentración y atención plena.
Meditación Vipassana
La meditación Vipassana, en la práctica, tiene el mismo objetivo que el mindfulness, pero va más allá de un estado de concentración general. El horizonte de este tipo de meditación es ser capaz de ver las cosas tal y como son.
Es una práctica del budismo tradicional y pone énfasis en el poder de la respiración. A través de la entrada y la salida del aire se identifican y observan los sentimientos y las vivencias para dejarlas pasar con total ecuanimidad, sin juicios.
Sin duda, la meditación y todas sus variantes como el mindfulness o la meditación Vipassana, son prácticas que todas las personas deberían probar en sus vidas. Todos pueden equilibrar los pensamientos para concentrarse en las actividades cotidianas, y así mejorar su calidad de vida.