Todos conocemos la carne de cerdo, uno de los animales que ofrece la mayor variedad de sabores en los alimentos que nos proporciona. Sabemos también que el nombre que los acredita hace honor a su comportamiento, los cerdos viven en la porquería, les gusta todo lo que les da la tierra, sin verse afectados por el barro y similares. Su alimentación es variada y de ahí la singularidad de su cuerpo. Tal vez por ello, cuando una persona despide un olor nauseabundo, motivado por la falta de higiene, porque no se lava y menos se ducha, se le atribuye el apelativo de cerdo.
El tocino en un desodorante
Siempre hay gente para todo. Los gustos que nos definen a los humanos son múltiples y variados. Pero nunca me imaginé que una empresa, J&D’s Foods, tuviese la feliz idea de fabricar y poner a la venta un desodorante con olor a tocino, es decir, con olor a cerdo, porque sí, huele a tocino de cerdo. (He de aclarar que yo no he «disfrutado» del aroma que despide este producto, pero intuyo, tras leer el artículo que ha dado pie a mis reflexiones, que lo que cuentan es cierto).
Aún hay más
Los responsables de la empresa que está tras este producto intuyo que han pensado que el cerdo, tan demandado en la mesa, es ideal como aditamento, como producto de belleza. Y digo eso porque no solo venden desodorante con olor a tocino sino que también promocionan protectores labiales, crema de afeitar, crema solar y lubricante sexual, todos con el mismo olor, a tocino. Con respecto al desodorante, afirman que proporciona 24 horas de protección, lo que significa que el que lo utilice estará todo el día, incluida la noche, oliendo a cerdo. Bueno, a tocino, que no es exactamente lo mismo.
Visto en Mirror News