Dibujar una reproducción de un cuadro famoso tiene una enorme dificultad, pero si esa reproducción se hace utilizando una sola línea es harto complicado. No basta con ser un buen artista, se necesita algo más, poseer un total control sobre lo que el cerebro elabora en el complejo proceso de creación. Una muestra de ello la tenemos a continuación.
Faber Castell, fabricante de rotuladores, diseñó una campaña publicitaria para demostrar las veleidades de sus productos. El artista Chan Hwee Chong ha sido el artífice de los dibujos. Con gran meticulosidad, sin levantar el rotulador del papel, utilizando trazos circulares, ha hecho varios dibujos (podemos ver algunos en Behance Network). En el vídeo, hecho por Eric Yeo, que tenéis más abajo, podéis examinar como se las ingenia Chong para hacer los dibujos. Auténticamente increíble.