Visitar una página web sin título y examinar un mensaje de correo sin asunto, ocurre más de una vez. En algunos casos con relativa frecuencia, lo que no tiene mucho sentido. Lo que vamos a ver debe incluir en primer término lo que lo define.
Queremos referirnos a dos de los errores más frecuentes en Internet, centrados en la Web y en el correo electrónico, por tanto con incidencia distinta y con diferentes protagonistas.
Por una parte están los gestores de sitios y páginas web, y por otra los usuarios normales, los que tienen una o varias cuentas de correo electrónico y, por consiguiente, además de recibir mensajes, también los envían. Existen algunos principios que se deben respetar en cada caso, y que no es así en muchas ocasiones.
Página web sin título
Es auténticamente desalentador, sobre todo para el que mantiene un sitio web, el comprobar que, a pesar de todos sus esfuerzos, sus páginas están recibiendo muy pocas visitas, en algunos casos ninguna.
¿Cuál es la causa? Que dichas páginas no incluyen una de las meta etiquetas obligatorias, la que se ocupa de indicar a robots (bots) de indexación en buscadores y a visitantes humanos el título de las mismas.
Si nos damos una vuelta por Google, Yahoo o Bing, por solo citar tres de los motores de búsqueda más populares, podemos encontrar una gran cantidad de resultados que muestran como título de la página las palabras «sin título» (en español, ocurriendo lo mismo en otros idiomas).
Está claro que el gestor del sitio web se olvidó de ponerle un título a la página (o páginas), el que va de acuerdo con su contenido. Las consecuencias son evidentes, las páginas aparecerán en los últimos lugares para las etiquetas o palabras clave que las definen. No se tiene para nada en cuenta lo que se conoce como SEO.
Mensaje de correo sin asunto
Cuando recibo un mensaje de correo que viene «Sin asunto», que no aclara en pocas palabras de que va el contenido, lo envío directamente a la papelera.
Ya sé que en las cartas tradicionales solo hay que indicar el destinatario y su dirección, pero en Internet, los mensajes requieren de un «asunto». De hecho, en los formularios de contacto, y similares, insertados en algunos sitios web, si no se escribe, no se envía el mensaje.
Siempre que se escribe un mensaje se debe indicar, además del destinatario o destinatarios, el asunto, el texto del mensaje y la firma del que escribe (me refiero al nombre y su dirección de correo, entre otros posible datos identificativos).
Lo del texto del mensaje, lo mismo que el asunto, nunca debe faltar, aunque sean pocas palabras, ya que si no es así, si solo se incluyen archivos adjuntos (imágenes, vídeos, presentaciones…), se corre el riesgo de que nuestra cuenta sea incluida en las listas de spam.