Informe del Foro Económico Mundial (WEF) revela la falta de diversidad en la alimentación humana. Frente a los distintos daños que provoca esta situación, se proponen variaciones en las dietas y la implementación de nuevas tecnologías alimentarias.
Constantemente se hacen múltiples estudios sobre la relación entre los seres humanos y su alimentación, buscando las comidas y dietas más balanceadas para los individuos. Factores como el sabor y el valor nutricional suelen ser tomados en cuenta con inmediatez. Sin embargo, no es usual ahondar en cuán diversas deben ser las dietas, sea por razones de salud o por preservación del medioambiente. Estos criterios fueron advertidos en el reciente informe del Foro Económico Mundial (WEF).
Falta de diversidad en la alimentación
De numerosos análisis realizados por el WEF se concluyó que el 75 % del suministro mundial de alimentos proviene de únicamente 12 tipos de plantas y cinco de especies de animales. Además, aproximadamente el 60 % de las calorías de origen vegetal que consumen las personas provienen del arroz, trigo y maíz.
El problema radica en que existen más de 300 mil plantas comestibles en el planeta, pero solamente se consumen cerca de 200 especies. Estas deficiencias en la diversidad de las dietas tienen repercusiones tanto en la salud humana como en el medioambiente. En lo que respecta al medioambiente, se refleja en la proliferación de plagas y en el agravamiento de ciertos fenómenos climáticos. En efecto, la agricultura y la ganadería son los mayores causantes del calentamiento global, dañando incontables hábitats naturales.
El WEF señaló que, si se desea conservar el equilibrio de la vida terrestre, se deben ir cambiando los hábitos alimenticios, subrayando que dentro de 30 años la población planetaria sería de 10 mil millones de personas.
Avizorando alternativas
Una de las propuestas medulares del WEF es reemplazar los vegetales más consumidos por otros de igual o mayor aporte nutricional. La col rizada, los tomates naranjas y las algas marinas son algunas de las opciones recomendadas por dicha fundación.
En lo que respecta al sector ganadero y al consumo de carnes, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ha precisado que generan un 18 % más de CO2 que el sector transporte. En consecuencia, quedan señalados los países como México, donde la ingesta de carnes anualmente alcanza las 6 millones de toneladas, según la Coordinación General de Ganadería.
Una de las alternativas futuristas para reemplazar la ingesta de carne animal es la carne impresa en 3D. De acuerdo con la reseña Impresoras 3D de SinCable, estos dispositivos están habilitados para imitar las microfibras de los tejidos orgánicos, especialmente el aspecto y la textura. Esta tecnología viene siendo desarrollada por la startup Nova Meat y la empresa Redefine Meat, especialistas en la impresión de carne en filetes y para hamburguesas. Sus grandes objetivos son perfeccionar los sabores y las propiedades nutricionales de estos productos para que puedan competir con el mercado de carne animal.