No se llega a la conclusión de que ame a Cristina pero se deduce que amo a Silvia. Para lo cual seguimos el razonamiento siguiente:
O amo a Cristina o no la amo. Si no amo a Cristina, y basándome en la condición del primer enunciado, a la que amo es a Silvia (amo al menos a una de las dos). En cambio, si amo a Cristina, y teniendo en cuenta la condición segundo enunciado, debo también amar a Silvia. Por consiguiente, en cualquiera de los dos casos, se deduce que amo a Silvia.
Aclaración para Cristina: De lo anterior no se infiere que no ame a Cristina. Puedo amarla o no. Pero lo que si está claro es que amo a Silvia.