Hablar por hablar, preguntar por preguntar. Os ofrecemos un pequeño, sucinto, manual de la estupidez humana. Me llegó, como otros muchos, a mi correo electrónico. Viene de allende los mares, creo que no hace falta decirlo. Es una relación de situaciones cotidianas, de esas que se repiten día a día en múltiples lugares y en cualquier momento, aquí y allá. En Argentina y en España. El autor o autora de la relación plantea con humor (no te pierdas los comentarios) los instantes vividos. Todos los hemos sufrido en alguna ocasión y, hasta es posible, hemos sido protagonistas en alguno de ellos.
17 cuestiones que demuestran que el cerebro está en huelga
- Cuando están aburridos, van a la cocina y abren la heladera. Como nada les apetece, la cierran. Cada 10 minutos repiten esta operación. (¿Qué esperan? ¿Qué aparezca una selva negra por activación lumínica del foquito de la heladera?)
- Cuando el control remoto de la TV se está quedando sin pilas, aprietan con más fuerza los botones ( y con insistencia, a veces hasta con ambas manos). (¿Eso recarga las pilas?)
- Ni bien les suena el celular y lo atienden, se ponen de pie y empiezan a caminar mientras hablan. (¿La caminata les activa el centro cerebral de la palabra? ¿O es que tener apoyada la cola les entumece las ideas? ¡¡Quédense quietos!!)
- La gente alquila una película de terror y después la mira a las 3 de la tarde y con un batallón de gente alrededor para que “no les dé miedo”. (Díganme: cuando se alquilan una comedia, ¿la van a ver a algún velorio para que no les dé risa?)
- Cada vez que meten algo en el microondas se quedan mirando, como pelotudos, como gira el plato.
- Cuando están en la cama y sienten ruidos o algo les da miedo, se tapan con las sábanas (Claro: si es un chorro ni se va a dar cuenta de que están ahí…)
- No pueden dormir con la puerta del placard semiabierta (Y yo digo: si en ese placard ya no entra ni una pelotita de tenis, ¿cómo creen que algún cristiano podría meterse ahí adentro?)
- Escuchan ruidos en la casa y creen que hay alguien asechando. Las luces no las prenden…claro, pero se acercan despacito y anuncian a viva voz “¿QUIÉN ANDA AHÍ? (Felicitaciones…el que estaba a lo oscuro y acechando, acaba de conocer tu posición por el sonido. ¡PELOTUDO!). O peor aún, no falta el boludo que grita “TENGO UN ARMA” (Fabuloso: le acabas de decir dónde estás y además le diste tiempo para que cargue su propio revólver y te llene de plomo, infeliz)
- Reacciones estúpidas de un cerebro en huelga:
Supongamos que estás cocinando un panqueque y por esas del destino salta una chispa y se empiezan a prender fuego las cortinas ¿qué hacen? Grita!
– “¡¡AHHHH!! ¡¡¡Se me queman las cortinaaaassss!!!”
Y cuando alguien viene a ver qué sucede, se te une en los gritos:
– “AHHHH Que se te queman las corrtinaaaassss!!!!”
(¿Piensan apagar el fuego a gritos? ) - Se cortó la luz. ¿Qué es lo primero que hacen? Ir a buscar las velas…muy bien. Pero ¿qué hacen ANTES? Sí, pulsan el interruptor para ver mejor. (Que levante la mano al que no le pasó esto…Ya me parecía)
- Reunión de personas. Están aburridas. Silencio incómodo. Todos se miran. ¿qué se le ocurre al dueño de casa? “Che: ¿Tomamos un cafecito?” (¡¡Seeee!! ¡¡Esa es la que esperaba!! No sabés cómo me divierte tomar cafeína a mi…)
- Las expresiones pelotudamente obvias: cómo me enferma la gente que por decir algo recurre a la obviedad:
Verano, 45 grados a la sombra, estás sudando como un beduino y masticando un cubo de hielo, cuando entra algún imbécil (que nunca falta) y dice: “Qué calor que hace, che”. (¡No jodas! ¿en serio? Y yo creía que era fiebre..)
Invierno, 10 grados bajo cero, hace una hora que llegaste al laburo y todavía no te animás a sacarte los guantes de lana cuando entra (el mismo imbécil digamos) y con la misma expresión que debió haber tenido Arquímedes cuando gritó “Eureka!” te dice :”No sabés el frío que está haciendo afuera!!” (Seguro que no. Yo vine hasta acá por vía subterránea) - Me corté el pelo hace una semana…Todos, ABSOLUTAMENTE TODOS los que me vieron no pudieron resistir la frase: “¿Te cortaste el pelo?” (No pelotudo…se me encogió)
- Vamos al cine y de repente te encontrás con alguien que hace mucho que no veías en la cola para sacar la entrada. ¿Primera pregunta: “Che…¿Qué haces por acá? (Nada…vine a saludar a los acomodadores. Vine a barrer y me voy. ¿Qué carajos voy a estar haciendo en un cine, en la cola para sacar entradas? ¿A ver? Decime)
- Yo alquilo muchas películas. Me encanta ver pelis. CADA VEZ que voy al Blockbuster y le entrego al empleado la cajita para pagar el alquiler me pregunta : “¿Ésta llevás?” (Noooo…te la vine a recomendar, ¡pelotudo ¡)
- Salgo a caminar y me paro en una vidriera a mirar algo. De repente sale la empleada y me suelta un clásico: “¿Querías ver algo?” (Y si…de hecho es justamente lo que estoy haciendo..VER ALGO. ¿Por qué? ¿Con tu ayuda voy a ver mejor? Si lo llego a saber no traía los lentes…)
- Preguntas pelotudas (o pelotudos que preguntan) en el Área Médica:
Tres de la mañana, entra un paciente a tu guardia. Salís a hablar con los familiares. Vas ataviada con el típico ambo, la típica bata blanca y con el típico estetoscopio colgado del cogote. Les das la mano para saludarlos .No falta el trasnochado que te pregunta: “¿Usted es la doctora?” (No….soy su representante artístico, ¡idiota ¡! . Estoy así vestida por los carnavales.)