El coco es una fruta que inmediatamente evoca al ambiente tropical donde podemos encontrarlo. Su sabor característico y forma tan peculiar, han hecho que ocupe un lugar de renombre a nivel culinario. Adicionalmente, su consumo brinda una serie de beneficios para la salud debido a su alto valor nutricional.
El coco es una fruta muy singular, su exterior posee una textura dura de color marrón con pelos cortos. En su interior se encuentra una pulpa blanca de sabor dulce. Además contiene aproximadamente 300 ml de agua, rica en minerales con propiedades medicinales. Esta agua se suele ingerir para tratar enfermedades tales como diabetes, estreñimiento, anemia y muchas más. Incluso se recomiendo su consumo a pacientes que acaban de atravesar una cirugía.
Su valor nutricional radica en su contenido en fibra, lípidos, selenio, fósforo, hierro y potasio. En este sencillo post descubrirás las diferentes formas que existen para consumir el coco fresco y desecado.
Formas de consumir el coco ¿cuál es la mejor?
De acuerdo a los especialistas en nutrición, el aceite de coco virgen es una gran opción. Su uso está ampliamente integrado en la repostería por su bajo costo al momento de producirlo industrialmente. Se debe evitar el consumo de manteca de coco o aceite no virgen, ya que no poseen las mismas grasas saturadas e hidrogenadas que el aceite virgen.
Su consumo reduce los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre. El aceite de coco es muy común en la dieta de los países asiáticos y la India. Es ideal para frituras ya que resiste altas temperaturas sin llegar a quemarse. Su sabor ofrece un toque de distinción a las preparaciones que realices. Además, suele ser el sustituto de margarinas, aceites convencionales de origen vegetal o de oliva. También es base fundamental para la elaboración de sopas, curry, arroz, platos vegetarianos y postres.
¿Has oído hablar del coco desecado?
En relación a su valor nutricional tenemos que posee un 58% de grasas, 17% de fibra, 11,8% de glucósidos, 7% de agua; además de una concentración elevada de vitaminas B, C, K y E. Por efecto de la desecación pierde agua y retiene todos los nutrientes maximizando así también su sabor.
El coco desecado se puede convertir en una golosina saludable para los niños. Es completamente natural y favorece el sano crecimiento de los más pequeños. Otros de los beneficios de su consumo es que evita el estreñimiento, la aparición de hemorroides, mejora el tránsito intestinal y contribuye positivamente en los procesos neuronales e inmunológicos.
Otras formas de consumir el coco
Una vez que se ha abierto el coco con un cuchillo, destornillador o con sólo tirarlo al suelo, podemos consumir su pulpa cruda, rallada, cocida o líquida. Su forma cruda suele ser muy usada por su sabor y textura crujiente. Solo basta con sacarlo de la concha dura con un cuchillo.