Lo vemos con frecuencia. Nos dicen que no debemos utilizar la n común como aditamento en los alimentos. Pero, aunque según los resultados de una reciente investigación se han identificado dos mecanismos fisiológicos esenciales que están involucrados en la hipertensión inducida por un alto consumo de sal y el deterioro cognitivo y emocional, ello no significa que pequeñas cantidades de este producto sea totalmente nocivas.
En Japón, el país en el que se ha llevado a cabo la investigación, son muchas las personas con deterioro cognitivo, que les impide recordar y pensar. Padecen demencia senil, Alzheimer. Este deterioro, que también se da en otros muchos países, está ligado a que cada vez vivimos más años.
Existe, como hemos apuntado, una conexión entre el deterioro cognitivo y el consumo de sal. El alto consumo de este producto también puede provocar hipertensión. La Organización Mundial de la Salud recomienda no consumir diariamente más de cinco gramos de sal.
A tener en cuenta
La participación de la angiotensina II (Ang II), una hormona que juega un papel clave en la regulación de la presión arterial y el equilibrio de líquidos, y su receptor AT1, así como la de la molécula lipídica fisiológicamente importante prostaglandina E2 (PGE2 y su receptor EP1 en la hipertensión y la neurotoxicidad es bien conocido. Sin embargo, la participación de estos sistemas en la hipertensión mediada por la sal común, y el deterioro emocional y cognitivo, todavía no está totalmente claro.
El estudio que citamos, realizado como hemos indicado en Japón, ha demostrado que la hipertensión, provocada por la distensión entre Ang II-AT1 y PGE2-EP1, produce así mismo disfunción emocional y cognitiva.
Hisayoshi Kubota, de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Fujita Health, y director de la investigación, ha dicho lo siguiente: «El consumo excesivo de sal se considera un factor de riesgo de hipertensión, disfunción cognitiva y demencia. Sin embargo, los estudios que se centran en la interacción entre el sistema nervioso central y el periférico no han investigado suficientemente esta asociación«.
Según los datos publicados, la adición de fosfatos en exceso a la proteína tau es la principal responsable de estas consecuencias emocionales y cognitivas. Los hallazgos son particularmente notables porque tau es una proteína clave de la enfermedad de Alzheimer.
Conclusión
Uno de los participantes en la investigación, el Profesor Mouri, ha dicho: «Este estudio es de particular importancia social y económica porque el costo social anual del tratamiento de la demencia en Japón está aumentando como nunca antes. Por lo tanto, el desarrollo de medicamentos preventivos y terapéuticos para la demencia parece fundamental para la población japonesa que envejece rápidamente«.
Fuente: British Journal of Pharmacology