Lo vemos en multitud de medios: el ejercicio físico es bueno para la salud. Pero todo hay que hacerlo con sentido, nunca se deben llevar a cabo determinadas actividades, en las que prima el exceso, por los riesgos que ello entraña. El hacer demasiado ejercicio o el correr muy rápido puede traer graves consecuencias para el cuerpo y el cerebro.
Si se hace un esfuerzo excesivo podría traer consigo el volver atrás todo lo que se ha realizado y, también algo peor, se pueden producir daños en el corazón y en las arterias, provocando lesiones irreparables. Siempre se debe efectuar un esfuerzo moderado.
Los beneficios del ejercicio físico
Sabemos que el ejercicio físico tiene un sentido y, si es moderado, puede proteger contra la muerte súbita. Y aún hay más, la salud mental y nerviosa se ven favorecidas con el ejercicio físico. Lo que nunca se debe hacer es exagerar, hacer demasiado ejercicio.
Existen diferentes factores que se han de tener en cuenta a lo hora de realizar entrenamientos. Se deben considerar la edad y la salud como elementos primordiales. Las personas adultas nunca deben pasar de las cinco horas semanales de ejercicio físico moderado, y de dos horas y media si el ejercicio es intenso. También se puede hacer una combinación entre ambos sistemas.
Es evidente que las personas que corren de forma ligera o moderada tienen un menor riesgo de muerte que las que no hacen ningún tipo de ejercicio. El andar también se engloba en este tipo de ejercicio. Se deben controlar los pasos dados cada día, nunca menos de diez mil, utilizando una aplicación para el teléfono móvil o el reloj inteligente.
A tener en cuenta
Los ultramaratones también pueden provocar daños cardíacos, trastornos del ritmo cardíaco y agrandamiento de las arterias en algunas personas. Un estudio mostró que las mujeres tenían menos probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral si realizaban actividad física al menos una vez a la semana. Pero ese riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares se disparó para las mujeres que se ejercitaban intensamente todos los días.
En las mujeres se puede generar un riesgo especial, conocido como tríada de la atleta femenina, que trae consigo la pérdida de la menstruación, osteoporosis o pérdida de minerales óseos y trastornos alimentarios. Todo ello es causado por un ejercicio excesivo y la pérdida de calorías.
Los bajos niveles de testosterona y la fatiga producida en los hombres por el ejercicio físico excesivo puede traer consigo una disminución de la libido. Además, tanto en hombres como en mujeres, el abuso en el ejercicio físico puede producir lesiones como tendinitis y fracturas por sobrecarga.
Conclusión
Está claro que el ejercicio físico moderado es bueno y saludable, pero el ejercicio excesivo puede traer consigo una serie de traumas irreparables. Además, después de un abuso en el ejercicio, y durante las 72 horas siguientes, el organismo permanece desprotegido ante los virus y las bacterias.
Si tenemos en cuenta todo lo expuesto, podemos deducir que no debemos desdeñar el ejercicio físico, pero sin abusar de él. Si no lo hacemos, las consecuencias pueden ser terribles. Seamos cautos, todo debe tener su verdadera medida.
Fuente: Insider