Es evidente que el origen de la vida surgió a partir de compuestos prebiológicos. Con las condiciones actuales de la biosfera está claro que no es posible la síntesis de compuestos orgánicos de forma natural. La luz, la temperatura, la composición de la atmósfera, entre otros elementos, obligan a la descomposición de las moléculas orgánicas en un claro proceso de putrefacción, lo que significa que no pueden existir fuera de los seres vivos. Teniendo en cuenta esto podemos llegar a la conclusión que las condiciones en las que se originó la vida eran muy diferentes a las actuales.
La etapa prebiológica
Todos los científicos implicados en el estudio del origen de la vida están de acuerdo en que existió una etapa prebiológica que permitió la formación de compuestos orgánicos simples que sirvieron de base al origen de los seres vivos. Este proceso de formación duró hasta que la atmósfera experimentó las primeras modificaciones en su composición.
La atmósfera de la etapa prebiológica no contenía oxigeno libre ni alojaba la capa de ozono actual, la que nos protege contra las radiaciones ultravioletas. Estas radiaciones proporcionaron la energía necesaria para que, en la superficie de los océanos y en tierras húmedas, se produjesen las primeras síntesis orgánicas. Éstas se generaron a partir del agua, carbono, azufre, nitrógeno y fósforo, que se encuentran formando parte de los mares.
A tener en cuenta
Si hacemos un examen del registro fósil descubrimos que el proceso indicado en el párrafo anterior se dio hace unos 3.000 millones de años. Todas las unidades vivientes surgidas utilizaron los mismos elementos y compuestos químicos. Fue un proceso selectivo.
A partir de un pequeño número de compuestos prebiológicos surgió la vida. En diferentes experiencias realizadas en laboratorios se demostró que es posible producir aminoácidos, lípidos o hidrocarburos a partir de dióxido de carbono, agua y amoniaco.
Las experiencias de Oparin
Oparin, científico ruso, demostró que, bajo determinadas condiciones, algunas moléculas orgánicas son capaces de agruparse en gotas y esferas, separándose del líquido que las contiene. Este mecanismo se denomina coacervación. Estas gotas y esferas albergan algunas de las propiedades que distinguen a los seres vivos. Así son capaces de absorber sustancias de manera selectiva y de dividirse sin que sea necesaria ninguna actuación externa.
Conclusión
Para que estos cuerpos prebiológicos se convirtiesen en seres vivos se necesitó un ambiente adecuado, con unas condiciones específicas. Aunque la mayoría de los geólogos se inclinan por los océanos, también se consideran favorables las condiciones existentes en charcos y en otros espacios húmedos, generalmente asociados a lugares volcánicos. En estos espacios los elementos minerales estaban perfectamente disueltos, lo que permitía las reacciones.
NOTA: Hemos obtenido parte de la información para escribir este artículo de Temas Clave de Salvat.