Los adolescentes pasan cada vez más tiempo delante de la pantalla de su teléfono móvil y de otros dispositivos, muchas veces sin control, lo que es algo que se debe tener en cuenta. Un investigador de la Universidad Estatal de Michigan dice que no hay que preocuparse por el tiempo que pasan frente a la pantalla.
A Keith Hampton, profesor del Departamento de Medios e Información y director de investigación académica en el Centro Quello, le preocupan más los adolescentes que viven desconectados de Internet, o que disponen de un uso muy limitado, tal como se nos muestra en MSUToday.
Hampton ha dicho al respecto lo siguiente: «Los adolescentes que están desconectados de las tecnologías actuales están más aislados de sus compañeros, lo que puede generar problemas«.
Sobre la desconexión de los adolescentes
Son varias las investigaciones realizadas sobre el tema y varios los resultados obtenidos. Existen diferentes teorías al respecto. Lo que es evidente es que nunca se deben tomar medidas extremas. Está claro que hay que controlar el tiempo que los niños y adolescentes pasan delante de la pantalla, pero ello no significa que a los segundos se les impida el acceso a todo lo que está ligado a las nuevas tecnologías.
Keith Hampton ha añadido lo siguiente a lo mostrado más arriba. Esto es lo que ha dicho: «Muchos jóvenes están luchando con su salud mental. Mientras que los adolescentes a menudo lidian con problemas de autoestima relacionados con la imagen corporal, los compañeros, la familia y la escuela, la desconexión es una amenaza mucho mayor que el tiempo frente a la pantalla. Las redes sociales y los videojuegos están profundamente integrados en la cultura juvenil, y hacen más que entretener. Ayudan a los niños a socializar, contribuyen a la formación de la identidad y proporcionan un canal para el apoyo social«.
En un estudio realizado con 3.258 adolescentes se encontró que los que tenían un acceso deficiente a Internet en el hogar y los adolescentes cuyos padres ejercían el mayor control sobre el uso de los medios también tenían una autoestima sustancialmente más baja, aunque solo aproximadamente la mitad de los pertenecientes a los poseedores de la autoestima más baja correspondía, sobre todo, a los que tenían un bajo rendimiento académico.
A tener en cuenta
Los motivos que inciden en los problemas surgidos están totalmente especificados por Hampton: «El aislamiento no proviene de estar en línea, sino de estar desconectado de esas fuentes de entretenimiento y socialización que impregnan la vida de los adolescentes. Para la mayoría de los adolescentes, eso son las redes sociales, los videojuegos y compartir los videos que ven en línea. A menudo, es la forma en que los adolescentes obtienen su información, se comunican y comparten«.
Conclusión
Los padres no se deben centrar en el tiempo que pasan sus hijos adolescentes frente a las pantallas sino que deben interesarse por lo que están haciendo en línea. De ahí, según los resultados del estudio, la necesidad de que los muchachos no se desconecten, aunque ello no significa que deban conectarse sin control.
