La tecnología ha cambiado y sigue cambiando todo, lo que nos rodea y lo que no somos capaces de ver con nuestros ojos. Ha entrado (la tecnología) en la vida de muchos de nosotros y nos ha modificado las formas de trabajar, de comunicarnos, de entretenernos, de compartir, en esencia, de actuar y hasta de vivir. El lápiz y el papel se han sustituido por el ordenador, por el smartphone y por la tablet. Las tradicionales agendas se han cambiado por la lista de contactos almacenada en la nube. Ya no necesitamos, en algunos casos, acudir a nuestro puesto físico de trabajo, nos podemos conectar y hacer casi lo mismo. Podemos estar en contacto continuo sin necesidad de vernos, para ello tenemos Facebook, Twitter y WhatsApp, por solo citar algunos. No vamos al cine, lo disfrutamos a la carta en el televisor de casa. Seguimos compartiendo, pero lo hacemos virtualmente. Y así podríamos seguir con un largo etcétera…
¿Y qué pasa con el gato y el ratón?
Los gatos, que yo sepa, todavía no se conectan a Internet, no son capaces de entender lo que sus amos hacen delante del ordenador, no comprenden como pueden pasarse horas y horas pulsando unas teclas y mirando una pantalla. Ellos, los gatos, se relajan tumbados a los pies de su patrón o patrona, y se duermen sin pensar en bits, en PHP ni en bases de datos MySQL. Sólo, de vez en cuando, se suben al sillón para llamar la atención, pero nadie les hace caso. ¿Y el ratón? Sigue escapando del gato, se cuela por el agujero de la pared huyendo de los ataques del felino. Esa lucha no ha cambiado.
Un gato sorprendido
Los gatos siguen siendo los mismos pero los ratones, sólo en algunos casos, han sufrido una notable transformación. Su aspecto ha cambiado en profundidad. Y ya no digamos su rabo, que ha crecido en demasía o se ha convertido en inalámbrico. Por todo ello, al ver lo que está ocurriendo, el gato parece decir: «¿de dónde habrá salido este animal, será un ratón?» Recapacita y piensa: «¿a éste lo he visto yo en algún sitio?» Y mientras tanto, Bill, el amo del gato, sigue navegando por la Web, utilizando su nuevo y flamante ratón Optical 200 de Microsoft.