Dentro de nuestro organismo existe una serie de glándulas de secreción interna, que en conjunto forman el sistema endocrino, destinadas a segregar, mediante diversos estímulos, un tipo particular de sustancias denominadas hormonas.
Entre estas hormonas existen algunas que químicamente son de naturaleza proteica, como la insulina, la hormona del crecimiento, la ACTH, y otras. Existen también algunas de diferente estructura, como las hormonas tiroideas, las suprarrenales, y algunas más. Todas en general desarrollan una función básica en cuanto a la regulación del organismo, ya que estimulan el funcionamiento de diferentes órganos.
Basta recordar que la succión mamaria por parte del recién nacido da lugar al estímulo que desencadena la producción de la leche en el pecho de la madre. Igualmente, la denominada hormona del crecimiento promueve el desarrollo de todo el organismo, y las gonadotropinas hipofisarias, FSH y LH, ponen en marcha la función gonadal indispensable para que tenga lugar la reproducción.
La secreción de hormonas
¿De qué forma se segregan y se regula la secreción de estas hormonas? Existe en todo este proceso un director de orquesta que es el hipotálamo, donde se halla un conjunto de agrupaciones o núcleos en los que se van a producir, obedeciendo a una serie de estímulos, visuales, olfatorios, nerviosos, de stress, etc., unas sustancias conocidas como factores de liberación.
Estos factores, por medio del torrente sanguíneo, llegan hasta la hipófisis, estimulándola para que produzca las correspondientes hormonas hipofisiarias que quedarán almacenadas a la espera de su utilización.
Las excepciones
Excepto dos glándulas del sistema endocrino, el páncreas, que secreta insulina, y el paratiroides, que se encarga de la distribución del calcio en el organismo, el resto de las glándulas están bajo la tutela de cada una de las hormonas depositadas en la hipófisis.
Así, la TSH estimula solamente el tiroides. La ACTH, lo hace con las glándulas suprarrenales. Las gonadotrofinas, FSH y LH, lo hacen con los órganos genitales masculinos y femeninos.
Cuando cada una de estas hormonas llega hasta su correspondiente glándula del sistema endocrino, da lugar a que ésta produzca unas nuevas hormonas que actúan ya directamente sobre los órganos y tejidos correspondientes.
Sistema de acceso de las hormonas de la hipófisis
¿Qué sistema utilizan las hormonas de la hipófisis para acceder a la glándula precisa? El error no tiene lugar gracias a que en las células de las distintas glándulas existen unas zonas de aparcamiento, llamadas receptores hormonales, de diferentes formas, donde se depositarán, como si fuesen piezas destinadas a completar un puzzle, las hormonas hipofisiarias correspondientes.
Una vez encajadas, informarán y estimularán a la célula para la producción de nuevas hormonas. Así, por ejemplo, las gonadotrofinas procedentes de la hipófisis sirven de estímulo a testículos y ovarios para que éstos produzcan dos nuevas hormonas, los estrógenos y la progesterona, que darán lugar a la ovulación, la menstruación, la conformación de caracteres secundarios externos, y más.
Sobre las enfermedades endocrinas
Las enfermedades endocrinas tienen, pues, lugar debido a un exceso, como la acromegalia y el hipertiroidismo, o, a un defecto, como el enanismo, el hipotiroidismo, o la diabetes, en la producción de hormonas.
Cuando, mediante procedimientos de laboratorio, se comprueba que una hormona es deficitaria, se impone su reposición mediante el tratamiento adecuado prescrito siempre por un médico, pues, el uso indiscriminado de preparados hormonales sin ningún control médico, como anticonceptivos orales, testosterona, anabolizantes, corticoides, y más, es en ocasiones causante de múltiples complicaciones.
Un tratamiento adecuado, por el contrario, puede permitir que un niño sin glándula tiroides tenga una talla e inteligencia normales, que un diabético lleve una vida normal inyectándose insulina, que un paciente hipofisectomizado, que va a necesitar la extirpación quirúrgica total o parcial de la hipófisis, viva con tratamiento hormonal sustitutivo, o que una mujer presuntamente estéril quede embarazada tras seguir un tratamiento con gonadotrofinas.
Fuente: Temas Clave de Aula Abierta Salvat – El cuerpo humano. Publicado en el año 1982
Autores: E. Ortiz de Landázuri y Juan José Barbería