Aunque estamos viviendo unos tiempos en los que nos sentimos decaídos por culpa de la pandemia del Coronavirus, en realidad lo que nos aqueja es el no poder disponer de la suficiente energía solar sobre nuestro cuerpo. Todos los seres humanos tenemos, en mayor o menor cantidad pero casi siempre suficiente, la conocida como provitamina D.
La indicada provitamina no ofrece de por si importantes acciones. Para que actúe ha de convertirse en vitamina D. Ello se consigue gracias a la luz solar. De ahí la importancia de poner nuestra piel al sol para conseguir que se lleve a cabo la transformación.
Durante el otoño y el invierno notamos que nuestro estado de ánimo se sume en bajas cotas. ¿A qué es debido? El mal se produce por la falta de vitamina D, ya que el sol está oculto habitualmente tras las nubes. Además, no ocurre como en primavera y verano, cuando no solo recibimos la luz solar en nuestra cara sino también en otras partes de nuestro cuerpo.
¿Qué ofrece la vitamina D?
Gracias a la vitamina D nuestro cuerpo es capaz de absorber el calcio y el fósforo, dos elementos necesarios para que los huesos adquieran una formación normal. Pero además, la vitamina D regula el funcionamiento de una enzima que se ocupa de transformar el triptófano en serotonina. Ésta, la serotonina, realiza una importante función en la regulación del estado de ánimo.
La serotonina es un neurotransmisor íntimamente relacionado con los estados de ánimo y el control de las emociones. Ello trae consigo que, en cierto sentido, los estados de ansiedad disminuyan o desaparezcan. Según algunas investigaciones se considera que la falta de vitamina D trae consigo trastornos de tipo afectivo, que terminan en estados de depresión.
Depresión y ansiedad por falta de vitamina D
Cuando se realizan los análisis de sangre adecuados se puede averiguar el nivel de vitamina D que tiene una persona. En ocasiones, el médico recomienda tomar pastillas o cápsulas que contienen esta vitamina. Ello supone un beneficio pero también puede ocasionar daños si se toman estas pastillas en exceso. De ahí la importancia de tomarlas bajo un total control.
Lo mejor es exponer el cuerpo a los rayos ultravioletas. Cuando el tiempo lo permite y se puede acudir a una playa, habrá que ponerse el bañador, tomar el sol y darse uno o más baños en el mar. Hasta ahora lo que no se sabe todavía con certeza es, si la ingestión de suplementos de vitamina D, influyen en la reducción de los estados depresivos.
Conclusión
Aunque la alimentación es muy importante a la hora de conseguir una buena salud, vemos, que en el caso especial de conseguir un estado de ánimo positivo, juega un importante papel la transformación de la provitamina D en vitamina D, ya que trae consigo la obtención adecuada de serotonina. Queda claro que ello se consigue fundamentalmente gracias a la luz solar, a los rayos ultravioletas que proporciona el astro rey.