Por eso es un tahúr, un individuo que vive del juego. El de esta historia hacía apuestas muy especiales. Se había fabricado tres dados iguales en forma y tamaño pero de diferentes colores. Uno rojo, otro azul y un tercero verde. En el rojo escribió los números 2, 4 y 9, repetidos cada uno dos veces, en sus seis caras. En el azul hizo lo mismo pero con los números 3, 5 y 7. Y en el verde, idem de idem, con los números 1, 6 y 8.
Si te fijas, la suma total de todas las caras es la misma en todos los dados. A pesar de ello, nuestro tahúr, que por cierto se llama Alejo, después de dejar que uno de sus rivales escogiese y lanzase un dado, lo desafiaba a que, al elegir él otro (siempre en segundo lugar, después de ver el elegido por su rival), tenía más posibilidades de obtener un número mayor que el obtenido por su contrincante al lanzar el dado.
Puedes explicarnos por qué es así.
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Solución
Los que no sean capaces de resolver el problema o quieran comprobar si su solución es válida, pueden leer lo que viene a continuación:
Después de que su contrincante eligiese un dado, Alejo hacía lo mismo con el suyo. Si el rival elegía el dado rojo, Alejo elegía el azul. Si el rival elegía el azul, Alejo elegía el verde. Y si el rival elegía el verde, Alejo elegía el rojo. En todos los casos la probabilidad de ganar era cinco sobre nueve. ¿Por qué?
Vamos a analizar el primer caso:
- Al rival, al lanzar el dado azul, le sale un 2. A Alejo le puede salir un 3, un 5 o un 7. Gana en los tres casos.
- Si al rival le sale un 4, Alejo gana con un 5 o un 7.
- Si al rival le sale un 9, Alejo no gana.
Como vemos 5 casos favorables sobre los 9 posibles.
Si haces un estudio del resto de las combinaciones, dados azul y verde, y dados verde y rojo, los resultados son iguales, 5 casos favorables sobre 9 posibles.