Sabemos que el tálamo es la estructura neuronal de mayor tamaño de nuestro cerebro, la que ocupa mayor volumen. Se encuentra justo encima del hipotálamo, en la zona central del cerebro. Está perfectamente ubicado con el fin de evitar daños. Un tálamo herido sería incapaz de recibir estímulos, lo que impediría la emisión de respuestas. Por ese motivo es el centro de nuestro encéfalo. Todos los estímulos sensoriales que llegan a nuestro cerebro han de pasar por el tálamo.
El tálamo y la gestión del sueño
Sabemos, tras las investigaciones realizadas en el año 2010, que el tálamo se ocupa también de gestionar el sueño. Su actuación no es la misma en todas las personas. Jeffrey Ellenbogen y un grupo de investigadores de la Harvard Medical School reunieron a un grupo de 12 personas, que pusieron a dormir en habitaciones aisladas, sin ruidos. Les colocaron una serie de electrodos en su cráneo para monitorear su actividad cerebral. Se repitió la experiencia pero jugando con diversos ruidos, como descargas de la cisterna de un inodoro, el tráfico de una calle, y similares. Se fue aumentando el nivel hasta que las ondas cerebrales de los sometidos al experimento mostraron signos de activación.
No todos soportan los ruidos cuando duermen
Hubo, en ese grupo de 12 personas, algunas que soportaron los ruidos y otras que no. Las primeros recibieron una gran actividad en determinadas zonas del cerebro. Fue el tálamo el que, actuando como una especie de aislante, se ocupó de impedir que el cerebro percibiese y respondiese a los sonidos. El resultado de la experiencia supone un avance a la hora de buscar soluciones para que las personas que tienen un sueño ligero puedan disfrutar mejor del descanso.
Visto en NewScientist
No duermo en toda la noche y menos de dia y me estoy deterriorando pero sigo de pie esperando mi final.