El vapor de agua es uno de los gases atmosféricos que más variaciones presenta en el espacio y en el tiempo en cuanto a su cantidad en el aire. En efecto, el vapor llega al aire procedente de los mares y de las zonas húmedas de las tierras mediante la evaporación, y sale del aire por condensación y posterior precipitación.
Para el conjunto de la Tierra parece evidente que la cantidad de agua evaporada debe ser igual a la cantidad total de precipitación, en promedio unos 100 litros por metro cuadrado y año. Este valor varía notablemente de unas zonas a otras. En general se observa que la evaporación anual disminuye muy deprisa desde el Ecuador en dirección a los Polos, y también desde las costas hacia el interior.
Cantidad de vapor de agua
La variación de la cantidad de vapor de agua contenido en el aire de la baja atmósfera está en función del tipo de suelo, de la época del año, de la temperatura ambiente y de otros factores que afectan al proceso de entrada (evaporación) y al de salida (condensación y precipitación).
El aire atmosférico no aparece en ningún caso totalmente desprovisto de vapor de agua, es decir, nunca está completamente seco, al menos en las capas bajas de la troposfera. Sin embargo, el grado de humedad puede ser muy variable pues oscila entre valores muy bajos -entonces se habla de aire muy seco, aunque lo correcto sería hablar de aire poco húmedo- y valores muy elevados, hasta alcanzar lo que se denomina saturación, es decir, la cantidad máxima de vapor de agua que puede contener el aire a una temperatura dada sin que tenga lugar su condensación.
Medir la humedad
Existen muchos métodos de medir la humedad y formas distintas de expresarla. Una forma fácil es expresarla en gramos de vapor de agua por metro cúbico de aire, lo que se denomina humedad absoluta. Pero esta medida resulta poco útil en la práctica, ya que el mismo grado de humedad absoluta puede darse en un aire muy húmedo, si la temperatura es suficientemente baja, o muy seco si la temperatura es elevada.
Se recurre, pues, a un concepto más complejo aunque más significativo: el de humedad relativa. Su valor se obtiene mediante el cociente entre la cantidad de vapor de agua que contiene cierto volumen de aire y la cantidad máxima que podría contener hasta alcanzar le saturación, en ambos casos a la misma temperatura. Se expresa en tanto por cien, de forma que un 100% de humedad relativa corresponde a aire saturante, y un 0% a aire totalmente seco, sin vapor de agua. La humedad relativa es, además, un buen índice biológico; la más favorable para la vida humana oscila entre un 50 y un 70%.
Otro índice de humedad muy utilizado es el punto de rocío. Representa la temperatura a la cual determinada masa de aire que contiene cierta cantidad de vapor de agua alcanzaría la saturación. La forma de alcanzar el punto de rocío es, generalmente, mediante enfriamiento isobárico o a presión constante; de ahí su nombre, ya que el rocío se produce al alcanzar el aire, por enfriamiento nocturno, una humedad relativa del 100%, condensándose, sobre la hierba preferentemente, el vapor de agua que la masa de aire saturada no retiene.
El contenido del aire en vapor de agua puede, pues, expresarse en forma satisfactoria mediante su humedad relativa o calculando su punto de rocío.
Fuente: Temas Clave de Aula Abierta Salvat – Tiempo y clima. Publicado en el año 1980
Autor: Manuel Toharia Cortés.