Aunque no es lo habitual, existen algunos productos naturales que contienen ciertas sustancias tóxicas que pueden afectar a nuestro organismo, provocando enfermedades y, en algunos casos, la muerte. Esos productos no están encuadrados en el grupo de los alimentos, por lo que su consumo es irregular.
Existen también alimentos naturales, que debido a las complejas mezclas de sustancias químicas que los constituyen, pueden provocar daños, sobre todo si se consumen de forma habitual. Hasta una simple patata contiene del orden de 150 sustancias químicas, de las cuales solo 30 o 40 son consideradas como nutrientes. A pesar de ello, el resto, hasta las 150, no se consideran nocivas, algo que se puede extrapolar a la mayoría de los alimentos naturales.
Aditivos en los alimentos
Los alimentos pueden contener, de manera ocasional o intencionada, sustancias peligrosas. Estos contaminantes o aditivos se utilizan con mayor frecuencia en la industria alimentaria. Conforman uno de los grandes problemas de la higiene alimentaria en la actualidad. A pesar de que en la mayoría de los países se vigila la utilización de estos aditivos, algunos fabricantes utilizan métodos que intentan burlar la vigilancia.
Sustancias nocivas en los alimentos
En algunos alimentos existen ciertas sustancias, como las antivitaminas, que actúan contra los nutrientes. Hay otras que producen graves lesiones, sobre todo cuando el alimento que las contiene es consumido en grandes cantidades o con frecuencia.
Así, hay productos vegetales como la col, las coles de Bruselas, la coliflor o el nabo, entre otras, que poseen unas sustancias llamadas goitrinas que afectan al perfecto funcionamiento de la glándula tiroides, provocando bocio (aumento de tamaño de dicha glándula).
El consumo de medicamentos y de algunos alimentos
En personas que no padecen ninguna enfermedad algunas sustancias contenidas en el queso y en otros alimentos fermentados no son tóxicas, pero no ocurre lo mismo en personas que toman algún medicamento que modifique su metabolismo. Es el médico el que debe fijar el consumo de estos alimentos para evitar males mayores.
Los procesos de elaboración y conservación
No solo los contenidos de los alimentos son los causantes de los males, también juegan un importante papel los procesos de elaboración y conservación. En este caso hay que tener mucho cuidado con las frutas y verduras.
Si se han utilizado en la producción ciertos pesticidas o se han lavado con aguas contaminadas, su consumo es peligroso. Lo mismo ocurre con las conservas en lata, embutidos y alimentos precocinados si no están elaborados con higiene. Lo peor de todo es que muchas de estas alteraciones no dejan ninguna marca en los alimentos por lo que es muy difícil saber los riesgos que se corren con su consumo.