No es un montaje. Las imágenes del vídeo son reales. Un hombre se desplaza subido a una moto entre las nubes. Lo hace tranquilamente, a una velocidad normal, sin apurarse, disfrutando del monótono paisaje y de la aventura. Sabe que lo están filmando. Que habrá muchos que pensarán que su viaje se encuadra en el campo de la ciencia ficción. Pero no es ciencia ni es ficción, eso sí, tiene una pequeña dosis de desafío…
Estamos en Salar de Uyuni, el mayor desierto de sal del mundo, con doce mil kilómetros cuadrados de superficie. Se encuentra a 3.650 metros sobre el nivel del mar, al suroeste de Bolivia. Ante tal altura las nubes se confunden con la sal, se combinan en uniforme armonía. La capa de sal alcanza espesores entre 2 y 8 metros en la estación lluviosa. En su superficie se acumula una pequeña capa de agua salina que la convierte en un enorme espejo. Sobre ella se desplaza el motorista. Es la frontera entre el Cielo y la Tierra.