Hay multitud de opiniones al respecto. Algunos opinan que sí y otros que no. Me refiero a la opción de instalar un antivirus externo en Windows 10, un antivirus distinto del que viene con el sistema operativo, de Windows Defender.
Hace ya algún tiempo escribíamos ¿Es Windows Defender el mejor programa antivirus para Windows 10?, en donde hablábamos de los resultados de la investigación AV-TEST correspondiente a los meses de enero y febrero de 2018. En ella se constataba que este software de Microsoft supera las soluciones de terceros en el campo de la seguridad en equipos informáticos que trabajan con el sistema operativo de Microsoft. Y lo mismo nos cuentan en versiones posteriores de AV-TEST.
En Avira Free Antivirus, un gran antivirus gratuito exponemos todo lo que ofrece esta aplicación gratuita. Citamos sus características e incidimos en sus grandes prestaciones. Hoy volvemos al tema para incidir en lo que contábamos en el primer artículo: no es necesario el instalar un software de terceros para proteger nuestro ordenador con Windows 10.
Las mejoras en Windows Defender son evidentes. En las últimas versiones, a pesar de lo que está ocurriendo recientemente, la aplicación presenta todo lo necesario para evitar las infecciones de virus y de otros tipos de malware. Ello traerá como consecuencia que muchos usuarios dejen de adquirir un antivirus de conocidas marcas y se decidan por el que el propio sistema incluye.
Habrá que esperar para tomar la decisión definitiva. Si observamos los avances surgidos en Windows Defender tras la ya lejana actualización de Windows 10 April 2018, podremos observar en el programa original un potente añadido, el que corresponde a Windows Defender Security Center. Se trata de un servicio que, actuando como centro de seguridad, permite establecer todas las configuraciones necesarias para realizar el escaneo de antivirus, para establecer las reglas del cortafuegos o firewall, o para fijar controles parentales, entre otras opciones.
Otra de las grandes características que ofrece Windows Defender es que ya está habilitado de manera predeterminada. Se instala como parte de Windows 10 y pone en marcha todas las características que lo avalan. Implementa, entre otras opciones, actualizaciones automáticas y protección en tiempo real. Siempre que se instala una aplicación de terceros similar, Windows Defender se desactiva. Si en algún momento la aplicación se desinstala, Windows Defender vuelve a entrar en acción.
Hasta ahora las soluciones de Avast, Bitdefender, Norton, Kaspersky, y similares, eran las que se ocupaban de la seguridad en equipos con Windows, pero Microsoft se ha empeñado en que no es necesario ninguno de los productos ofrecidos por estas marcas para disponer de un ordenador seguro. Aunque ante la pregunta, ¿es necesario instalar un antivirus de terceros en Windows?, cada uno puede responder lo que considere adecuado. ¿Qué opinas tú?