El título de este artículo lo dice todo: escribir mal la dirección de una página web puede ocasionar problemas. Los ciberdelincuentes pueden estar al tanto de ello y conseguir atacar tu equipo informático. Por ello hay que tener mucho cuidado y, antes de pulsar sobre la tecla de confirmación, leer con detenimiento la URL escrita.
A mi me ha ocurrido en más de una ocasión, y estoy seguro que a ti te ha pasado lo mismo. En vez de buscar en Google o intentar acceder desde la lista de marcadores que tenemos en nuestro navegador web, escribimos la dirección web del sitio al que queremos acceder.
Ello puede ocasionarnos problemas en algunos casos, cuando cometemos errores tipográficos y cambiamos, o no escribimos, una o más letras. Es muy normal, sobre todo cuando pulsamos las teclas con prisa, como olvidarnos de la o del dominio com y escribir cm. Y hay otros muchos errores, la lista es interminable.
Los riesgos de los typosquatters
Según nos cuentan en Fraud.org, de la National Consumers League, en un artículo escrito ya hace algún tiempo pero que sigue en vigor, los llamados typosquatters están a la espera de que pulsemos la tecla que no es o nos olvidemos de pulsarla.
Se trata de individuos, o grupos de individuos, encuadrados en la categoría de los ciberdelincuentes, que se ocupan de secuestrar una URL, la que se parece a la que intentamos escribir, y llevarnos a un sitio que se ocupa de instalar malware en el ordenador, entre otras acciones, con el fin de robar datos personales.
En la mayoría de las ocasiones no nos enteramos. A pesar de que estamos accediendo a una web falsa creemos que estamos en la que queríamos. Por ello recomiendo que, después de escribir una URL en el navegador, debemos revisar la dirección con el fin de ver que es la que queríamos escribir. De esta forma nos evitaremos muchos disgustos.
Sustracción de datos
Los grandes problemas surgen cuando el acceso se realiza a una web bancaria, de compra de productos o de gestión de cuentas de correo electrónico, entre otras posibles. Los ladrones se ocuparán de captar los datos de acceso a la cuenta bancaria, de hacerse con todo lo necesario para utilizar tu tarjeta de crédito, o de utilizar tu nombre de usuario y contraseña para acceder a tus mensajes. Algo que también ocurre cuando nos dejamos engañar por mensajes en los que prima el phishing.
Según cuentan en KrebsOnSecurity, también hace poco más de dos años, son muchos los sitios web, más de 1.500 dominios, que utilizan estos métodos de sustracción de información al suplantar a otras webs. Ello es altamente alarmante. Expertos en seguridad han informado que estos sitios pueden recibir del orden de 50 millones de visitas al año.
Aunque muchas de las personas que acceden a estos sitios no tendrán problemas, habrá también un número elevado que sufrirá daños en su ordenador, entre los que se encuadran los bloqueos y la instalación de scripts nocivos. Mensajes de error advertirán de que se deben realizar cambios y, mucho cuidado, ahí se centra otro aspecto del fraude.
La instalación de herramientas de seguridad en el equipo nunca evitará el que se escriban direcciones erróneas, de ahí la importancia de revisar siempre lo que se escribe, sobre todo cuando los errores nos pueden producir males irreversibles.
Conclusión
Internet es un sistema fundamental en el mundo actual. Somos miles de millones de personas la que utilizamos la red de redes a diario, con distintos fines. El entretenimiento, la comunicación con amigos y conocidos, las capacidades de descubrimiento, las compras y la gestión de cuentas, son, entre otros muchos aspectos, de uso diario. Por ello hay que utilizar Internet con mucho tiento y sentido. Si no lo hacemos podemos llevarnos grandes disgustos.