El vivir estresado es muy malo para la salud. Hay personas que se ponen muy nerviosas en cualquier circunstancia y lugar. Hay que tratar por todos los medios de evitar que esto sea así. De ahí la importancia de encontrar sistemas que sirvan para ello.
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de São Paulo (UNESP) en Marília, Brasil, el escuchar música instrumental puede aliviar el estrés cardíaco, el que puede ocasionar un infarto de miocardio.
Vitor Engrácia Valenti, profesor de UNESP Marília y director del proyecto ha dicho lo siguiente: «Descubrimos que el estrés cardíaco en los participantes de nuestro experimento se redujo al escuchar música mientras conducían«.
Como podemos deducir, el estudio se centró en personas que iban conduciendo un automóvil. El estrés durante la conducción es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y complicaciones cardíacas repentinas como un ataque cardíaco (infarto de miocardio).
Son las conclusiones a las que se ha llegado en éste y en otros estudios efectuados durante los últimos años. Seleccionar música adecuada cuando se conduce puede ser una forma de mitigar este riesgo.
Los investigadores analizaron los efectos de la música sobre el estrés cardíaco en cinco mujeres con edades comprendidas entre los 18 y 23 años, que habían obtenido su carnet de conducir entre uno y siete años antes. Todas las participantes no presentaban ningún problema de tipo cardíaco. Eran conductoras no habituales, solo conducían una o dos veces por semana.
«Optamos por evaluar a las mujeres que no eran conductoras habituales porque las personas que conducen con frecuencia y poseen un carnet desde hace varios años están mejor adaptadas a situaciones estresantes en el tráfico«, explicó Valenti.
Para realizar el estudio se les pidió a las participantes que condujesen un automóvil que no era suyo. Lo hicieron con el fin de evitar que la conducción de un vehículo propio les pudiese ayudar, evitando así medir los impactos de la conducción.
Las participantes llevaban un monitor de frecuencia cardíaca conectado a sus pechos. La variabilidad del ritmo cardíaco está influenciada por el sistema nervioso autónomo, por lo que cuanto más activo es el sistema nervioso simpático, más rápido late el corazón, mientras que el sistema nervioso parasimpático tiende a ralentizarlo.
El análisis mostró una reducción en la variabilidad de la frecuencia cardíaca en las voluntarias que conducían sin escuchar música, lo que indica un nivel más bajo de actividad del sistema nervioso parasimpático y una activación del sistema nervioso simpático.
En las que iban escuchando música la variabilidad de la frecuencia cardíaca aumentó, lo que indica un mayor nivel de actividad del sistema nervioso parasimpático y una reducción en la actividad del sistema nervioso simpático.
Como conclusión final, dijo Vitor Engrácia Valenti: «Escuchar música podría ser una medida preventiva a favor de la salud cardiovascular en situaciones de estrés intenso, como conducir durante las horas punta«.