Nuestra piel necesita ser hidratada de manera constante. Aun así, siempre existen dudas sobre las mejores formas de hacerlo y la periodicidad de las mismas. Por este motivo, a continuación abordamos los interrogantes más frecuentes y os damos algunos consejos para cuidar vuestra piel y mantenerla siempre sana e hidratada.
¿Tengo que hidratar mi piel a diario?
Hidratar la piel todos los días es fundamental para combatir la sequedad y los signos del envejecimiento asociados a ella. En este sentido, son indiferentes las características de tu piel, puesto que no influirá si ésta es seca o grasa para que debas hidratarla a diario. Tu tipo de piel solo determinará, por lo tanto, la variedad de crema que deberás aplicarte. En la página web https://farmadistrict.com/ podrás buscar en su amplio catálogo, aquella crema que mejor se adapte a tus necesidades.
Conservar tu piel hidratada te ayudará, por consiguiente, a evitar los daños provocados tanto por los agentes externos como el frío o el calor como por tu propio cuerpo, a través de diferentes cambios hormonales que podrás experimentar con el paso del tiempo.
¿Cuáles son los beneficios de tener una piel cuidada?
Como ya se ha mencionado anteriormente, cuidar tu piel te asegurará un aspecto joven y fresco. Asimismo, tu epidermis estará suave, por lo que tendrás pocas posibilidades de sufrir alergias o irritaciones de cualquier tipo. De la misma forma, siempre que mantengas tu piel hidratada ésta estará mucho más flexible y protegida frente posibles daños.
Igualmente y aunque parezca contradictorio, el acné también puede ser combatido gracias a una buena hidratación de la piel. No obstante, en estos casos siempre será necesario consultar previamente a un especialista, que nos aconseje que tipos de productos deberemos utilizar para hidratar nuestra piel adecuadamente y frenar la aparición de más puntos negros y granos.
En definitiva, la hidratación de la piel mejorará significativamente tu aspecto, ya que le devolverá su brillo natural, disminuido por el estrés y la falta de cuidado. Además, también frenará el envejecimiento de tu piel, retardando la aparición de arrugas y manchas.
¿Cómo puedo cuidar mi piel a diario?
En primer lugar, antes de lanzarnos al cuidado total de nuestra piel, deberemos asegurarnos que contamos con los productos adecuados, ya que si aplicamos cremas o sérums que no se ajustan a las necesidades de nuestra piel, podríamos llegar a provocar el efecto contrario. Del mismo modo, también es importante optar por productos de calidad, cuyos componentes no sean dañinos para nuestro organismo.
Así, una vez tengamos nuestra selección de productos, deberemos prestar atención a aquellas zonas que por algún motivo son más sensibles. Por ejemplo, áreas del cuerpo en las que tenemos algún eccema o que se suelen irritar con más facilidad o también partes que tienen una tendencia más grasa. En algunos casos, estas particularidades deberán ser atendidas con productos específicos.
Uno de los aspectos más importantes del cuidado de la piel es la limpieza de la misma. En este sentido, antes de aplicar ningún producto, será necesario depurarla a fondo. Si no te maquillas, no hará falta aplicar nada, bastará con un poco de agua bien repartida por toda la cara. Si por el contrario sueles aplicar maquillaje, deberás optar siempre por desmaquillantes suaves, mejor si son fisiológicos, que no produzcan alteraciones en la piel.
Asimismo, tampoco podemos dejar de lado la exfoliación de la piel. De esta forma, lo más recomendable es exfoliarla entre una y dos veces por semana, pero nunca más, ya que si lo hacemos podríamos llegar a dañar la protección natural de la piel. En cuanto a los productos exfoliantes, deberemos emplear aquellos que preserven el equilibrio natural de la piel.
Ahora sí, en cuanto a la hidratación de nuestra epidermis, deberemos ponernos crema hidratante diariamente. En el cuerpo bastará con hacerlo una vez al día. De hecho, el mejor momento para hacerlo será después de la ducha, ya que es cuando los poros de la piel están más abiertos. Muchos especialistas recomiendan, en este sentido, aplicar la crema hidratante cuando la piel está aún mojada, dejando que se absorba durante un par de minutos para retirarla con la toalla posteriormente.
Con respecto a la hidratación facial, es aconsejable hidratarla tanto por la mañana como por la noche. Eso sí, deberemos utilizar productos diferenciados en función del momento del día. Así, por la mañana deberemos utilizar una crema que cuente con protección solar y que nos defienda también de la polución y de otros agentes ambientales. Por la noche deberemos usar, al contrario, cremas que tengan propiedades regeneradoras, capaces de reparar y restaurar nuestra piel.
Del mismo modo, existen otro tipo de trucos para mantener nuestra piel sana y cuidada. Beber mucha agua, comer de una forma saludable o ducharse con agua templada son algunas prácticas que harán que tu piel luzca siempre perfecta.