Investigadores de la Facultad de Medicina de la UNC enviaron, a través de electrodos unidos al cuero cabelludo, una débil corriente eléctrica alterna a una parte específica del cerebro. Ello trajo consigo una mejora en el 70 por ciento de las personas que padecían notables síntomas de depresión sometidas al experimento.
Esta investigación, cuyos resultados han sido publicados en Translational Psychiatry, sirve de base para la realización de nuevos estudios. Es el punto de partida para utilizar la estimulación eléctrica del cerebro, conocida como estimulación de corriente alterna transcraneal (tACS), con el fin de tratar a las personas que están diagnosticadas con un alto nivel de depresión.
Flavio Frohlich, Ph.D., profesor asociado de psiquiatría y director del Centro de Neuroestimulación de Carolina, y director del estudio, ha dicho lo siguiente: «Realizamos un pequeño estudio con 32 personas porque este tipo de enfoque nunca se había hecho antes. Ahora que hemos documentado cómo este tipo de tACS puede reducir los síntomas de depresión, podemos ajustar nuestro enfoque para ayudar a muchas personas de una manera relativamente económica y no invasiva«.
La técnica empleada, estimulación de corriente alterna transcraneal (tACS), es diferente a la utilizada hasta ahora, estimulación directa transcraneal (tDCS), que envía un flujo constante de electricidad débil a través de electrodos conectados a varias partes del cerebro. El tDCS ha mostrado distintos resultados, unos positivos y otros negativos.
El enfoque de Frohlich se centra en las oscilaciones alfa específicas de cada individuo, que aparecen como ondas entre 8 y 12 Hertzios en un electroencefalograma (EEG). Las ondas en este rango aumentan en predominio cuando cerramos los ojos y soñamos despiertos, meditamos o conjuramos ideas, esencialmente cuando nuestros cerebros bloquean los estímulos sensoriales, como lo que vemos, sentimos y oímos.
El equipo de Frohlich examinó los datos del estudio realizado dos semanas después del tratamiento. Encontraron que el 70 por ciento de las personas en el grupo de tratamiento mostraron al menos una reducción del 50 por ciento de los síntomas de depresión.
Esto es lo que ha dicho Frohlich como conclusión: «Es importante tener en cuenta que este es el primer estudio de su tipo. Cuando comenzamos esta investigación, con simulaciones por computadora y estudios preclínicos, no estaba claro si veríamos un efecto en las personas días después del tratamiento con tACS, y mucho menos si tACS podría convertirse en un tratamiento para enfermedades psiquiátricas. No estaba claro qué sucedería si tratamos personas varios días seguidos o qué efecto podríamos ver semanas después. Por lo tanto, el hecho de que hayamos visto resultados tan positivos de este estudio me da confianza de que nuestro enfoque podría ayudar a muchas personas con depresión«.