Es algo que no entiendo, que a pesar de los avisos aquí y allá, siga habiendo personas que se dejan engañar por lo que les cuentan en algunos mensajes recibidos en su cuenta o cuentas de correo electrónico. Está claro que si esos mensajes siguen circulando por la red es por que los autores de los mismos obtienen beneficios.
Para los que aún no sepan lo que es el phishing les explico de que va. Se refiere a una suplantación de identidad, a hacerse pasar por lo que no es o no son, con el fin de que los autores consigan lo que no les corresponde. La mayor parte de los ciber delincuentes que los envían utilizan las cuentas bancarias como reclamo. En casi todos los mensaje explican, en la mayoría de los casos muy mal, que deben pulsar sobre un enlace para efectuar cambios obligados en su cuenta bancaria. Aunque los navegadores actuales, con Google Chrome y Mozilla Firefox a la cabeza, utilizan sistemas de protección que identifican la dirección a la que queremos acceder como fraudulenta, recomiendo (no es la primera vez que lo hago), que si el sistema falla, se examine la URL del sitio en la barra de direcciones del navegador web para comprobar si corresponde al del emisor auténtico, al del banco que lo firma.
El último que he recibido
Como dispongo de unas cuantas cuentas de correo electrónico, recibo una gran cantidad de mensajes de todo tipo diariamente. Muchos de ellos se van directamente a la carpeta de spam, y allí se quedan antes de ser eliminados. Como hago en alguna ocasión, hoy me puse a revisar la citada carpeta y me encontré con un mensaje de los citados arriba. El susodicho viene en portugués, mejor en brasileño, ya que me lo envía el Banco Bradesco. Bueno es lo que dicen, aunque la realidad sea otra. Me advierten de que «a sua Chave de Segurança Bradesco encontra-se expirada» y, claro está, me invitan a que la cambie accediendo a la web del banco tras pulsar sobre un enlace, clique aquí.
El enlace
Como soy un curioso, pulsé sobre el enlace a pesar de que nunca estuve en Brasil y, por extensión, nunca tuve una cuenta en el citado banco. Se abrió una ventana del navegador web que tengo activado por defecto, Mozilla Firefox, en la que un mensaje en rojo intenso me advertía de que ¡Este sitio es una falsificación de otra web!, tal como podéis ver a continuación.
Conclusión
Ya sé que a pesar de este artículo, y de otros similares escritos en el pasado, seguirán existiendo personas que caerán en la trampa y entrarán en el sitio que les proponen, escribiendo sus credenciales. El motivo está en que será muy bajo el tanto por ciento de usuarios de Internet que lean mi entrada. Aunque, a pesar de leer éste u otros escritos en otros medios, habrá incautos que piquen, por ser muy confiados. Y el phishing seguirá actuando…
